No hace mucho tiempo, Valencia sufría en silencio la ausencia de un equipo de fútbol sala en la élite. Con la desaparición del Armiñana Valencia, la tercera ciudad de España desapareció de las mejores pistas del país. Hasta que surgió con fuerza el Levante UD-Dominicos Maristas.

Pese a la derrota inicial el pasado sábado en Santa Coloma (7-2), el conjunto azulgrana encara con mucha ilusión su segunda temporada en la división de honor, con el reto de refrendar la permanencia lograda el curso pasado.

Manolo Bueno, director general de la sección, ha trabajado intensamente este verano con el objetivo de reforzar la plantilla. Así, la incorporación de cinco jugadores contrastados en Primera „Charlie, Hugo, Carde, David Ruiz y Pichi„ sumado a un grupo consolidado desde el ascenso, conducen al Levante UDDM a dar un paso al frente en el fútbol sala español.

A los mandos del banquillo continúa, un año más, José Escrich. El técnico es sabedor de lo que costó la salvación el año pasado y aspira a que sus jugadores den la cara en cada encuentro. «Competimos con un equipo casi de Segunda División y se nos hizo algo cuesta arriba competir de tú a tú en muchos partidos. Sin embargo, poco a poco hemos ido ganando experiencia para saber estar en la categoría. Además, dentro de nuestra humildad hemos podido reforzar este año el equipo para cubrir una serie de carencias que teníamos y esperamos plantar cara con otras armas para ganar los partidos», explica el entrenador.

«El objetivo es poder afrontar todos los partidos con opción de puntuar. El año pasado disputamos muchos, pero hubo fases en que por una cosa u otra se nos escaparon. Tenemos que competir en todas las pistas y ser un equipo peligroso para conseguir la permanencia lo antes posible y, si se puede, mirar para arriba», argumenta Escrich. No será sencillo, puesto que las diferencias de presupuesto en las plantillas se dejan notar mucho sobre la pista. «Mucha gente lo compara con el fútbol, pero aquí, cuando el equipo que tienes enfrente tiene un potencial muy superior al tuyo es muy complicado aguantar los cuarenta minutos. De todas maneras, nosotros estamos preparados para competir mucho mejor y al final la línea de ganar o perder va a ser muy fina. Vamos a ver si nos equivocamos poco y somos inteligentes, con la experiencia de la gente nueva que ha venido, para que esa línea caiga de nuestro lado», concluye.

Escrich sabe que si la línea del equipo es ascendente, el pabellón del Cabanyal se llenará cada fin de semana. «En esta ciudad hay una oferta de deportes importante y la gente busca ir a los sitios donde los equipos están arriba. Tenemos que dar un paso adelante, ganar los partidos y conforme vayamos escalando posiciones la gente vendrá a estar y pelear con nosotros», sentencia.

Tres capitanes valencianos

«Será un año complicado porque todos los equipos han mejorado el nivel, pero vistos los partidos de pretemporada creo que es para ilusionarse», apunta Kiko Berrocal, el capitán de la plantilla junto a Lledó y Márquez.

«El hecho de que seamos tres valencianos, tres jugadores que hemos crecido en los diferentes equipos de Valencia, es toda una responsabilidad y un orgullo. Llevar el brazalete representando a tu ciudad es lo máximo. Estamos capacitados para asumir esa responsabilidad y ayudar a los más jóvenes de la plantilla», remacha Berrocal.