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Raso y junto al palo

Gasol, catalán, ídolo en toda España

Gasol, catalán, ídolo en toda España

Pau Gasol es catalán. Como Xavi. Como Puyol. Como otros deportistas que han sido campeones de España y de Europa en fútbol y baloncesto. Como Piqué sobre quien se vuelcan resquemores que tienen mucho que ver con el madridismo y, sobre todo, con sus actitudes políticas. De éste han hecho aprovechamiento los catalanistas más soberanistas. Gasol se ha portado como un españolista a quien aprecia España entera. No ha sido con su portentosa actuación con la camiseta de la selección española un empuje para Artur Mas, sino todo lo contrario. En Sant Jaume habrían preferido que no fuera un catalán ídolo español. El artífice de la eliminación de Francia ha sido internacional con España desde sus años juveniles.

El deporte español ha tenido presencia internacional con numerosas figuras catalanas. Para empezar, con Ricardo Zamora, que fue el primer gran ídolo en el ámbito internacional. En Italia aún sigue siendo "el Divino". Catalanes han sido campeones en diversas modalidades deportivas y tal vez no siempre se les ha concedido trascendencia. Aunque de origen húngaro, el gimnasta Joaquín Blume fue el primer español de talla internacional en su disciplina.

Atletas, nadadores, tenistas, jugadores de hockey hierba, medallistas olímpicos en varias especialidades han lucido las camisetas nacionales y solamente en un caso conocido hubo quien se negó a jugar con La Roja. Piqué convive con su profesionalidad innegable y sus tendencias políticas. No se siente incómodo con el equipo nacional porque su presencia comenzó en etapa juvenil y en ningún caso ha insinuado discrepancias. No obstante, cuando puede, no se esconde en un mar de esteladas.

Gasol ha cohesionado España. Hay consenso general sobre su actuación y, sobre todo, en su rabia puesta al servicio del triunfo. Los gestos en los momentos cruciales denotaron que la defensa del equipo español estaba por encima de todo. Para millones de españoles, Pau es, ahora, ejemplo de lo que en otros tiempos se habría llamado el macizo de la raza.

Si Gasol perteneciera a un conjunto español tendría que saludar desde los medios al comienzo de cada partido. Andrés Iniesta, que se ganó la ovación de los aficionados al fútbol por el gol del Mundial, sólo tiene en contra a los socios del Athletic Club. Con Pau no habría ninguna excepción. No habrá paz para Pique. Ni para el Barça porque su presidente se ha salido de la norma tradicional de estar al margen de manifestaciones políticas.

El baloncesto no tiene seguimiento tan masivo como el fútbol y, sin embargo, muchos miles de españoles vivieron en directo en la televisión la épica victoria.

De oído no creo que haya habido alguien a quien no le hayan contado la hazaña de un baloncestista que fue capaz de ganar a Francia. Los demás jugadores, en la creencia más o menos general, sólo le acompañaron.

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