Una décima de segundo suele separar el bien del mal en la vida y en el deporte. Y en el trinquete. Esa décima es la que separaba a José Cabanes de estar embebido en la partida del día a retorcerse en el suelo. En medio, «una rotación y 90 kilos de peso que cayeron sobre un mismo punto». La consecuencia: una grave lesión. Fractura de tibia y ligamentos hechos fosfatina. Un nuevo calvario por delante para Genovés II. Demasiado poco tiempo después de la recuperación de un hombro que se resistía a volver a carburar.

El pelotari ya se encuentra en casa. Resignado de lo que viene por delante: «varios meses de soledad. Pero eso es así cuando desapareces. En estas cosas hay mucha falsedad, pero sabes que hay amigos que siempre van a estar y van a preguntar por mi».

¿Qué sentimientos pasaron por la cabeza en el momento de la lesión? «Primero, incredulidad. Es difícil de digerir, pero sé que ahora todo pasa por mi».

Los deportistas suelen darse cuenta de cuando algo malo ha pasado. Y si José Cabanes es fisioterapeuta y ahora se encamina hacia la medicina, el diagnóstico le llegó rápido «con el sonido que hizo la pierna. Y cuando la vi, más todavía, ahí estaba, la "cama torta". Ya en el suelo dije que avisaran a la ambulancia».

Muchas veces se infortunio las lesiones graves por un infortunio. «Es que lo es. Me resbalé un poco, la pierna roto un poco y todo mi peso cayó sobre un único punto en un momento que éste está débil por indefenso. Y se produjo la rotura de hueso y de los tensores. «Es la peor lesión que podía tener. Es fractura y arrancamiento». El doctor Gastaldi le recompuso, pero «me espera mucho tiempo de recuperación. Por lo menos, medio año.

No pocas veces se han justificado las lesiones en la pelota valenciana por la deficiente preparación física, e incluso un mal calentamiento previo. Pero estos son otros tiempos. «Ahora no dejamos ningún cabo suelto. Hemos evolucionado mucho y hay planes de entrenamiento, nutricionistas? nuestra condición es mucho más sólida. Por eso, cuando llegan lesiones como ésta, sólo puedes pensar en el infortunio como su causa».

Con 33 años, Genovés II está todavía en condiciones de esta al más alto nivel. La pilota, como el tenis, tiene una vida deportiva más larga que, por ejemplo, un futbolista. Aún más en calles y trinquetes. «El nuestro es un deporte muy técnico. Yo calculo que me quedan cinco años a pleno rendimiento y todo lo que venga luego será un regalo. Sé que ahora habrá momentos de debilidad. Me ha pasado hace poco y sé de lo que estoy hablando. Y un día les veré jugar mientras estaré en pleno proceso de volver a aprender a caminar. Pero tengo algo muy claro: me retiraré cuando crea que no puedo jugar bien y que no puedo disfrutar. Y quiero que eso llegue mientras estoy en activo. Así que ya puede estar bien claro que esta lesión no me va a retirar. Para nada. Volveré a jugar».