El deporte ya se ha desperezado tras el descanso veraniego. Y un buen indicativo de ello es que ya han comenzado las grandes competiciones de clubes. Prácticamente todas tienen un calendario que no corresponde con el año natural, sino que empiezan entre septiembre y octubre y finalizan en primavera. Todos los «grandes deportes» se miden por ese ciclo. El deporte valenciano inicia el año con una cantidad bastante estabilizada de clubes. Se han superado ya los vaivenes provocados por el periodo de abundancia y carestía económica. Lo más importante, en este sentido, es que los ascensos y descensos se producen ya en los terrenos de juego y no en los despachos, aunque el destino haya hecho que, precisamente, éste haya sido el método para el más importante de todos, el del Elche CF. Pero ya no es una constante.

La distribución pone en evidencia que el mapa tiene un vórtice en el «cap i casal». Nada menos que 24 clubes militan en las principales categorías, con lo que el mapa se dobla claramente hacia el centro, acentuado por la presencia de varios equipos más del área metropolitana. Ese mismo mapa refleja también la grave crisis que todavía afecta a la ciudad de Alicante, ayuna de son equipos de alto nivel. Con el Hércules anclado en Segunda B, el baloncesto se ha salvado de milagro gracias a la Fundación Lucentum, pero también en la categoría de bronce, mientras que el resto de equipos de cierto nivel son de deportes con menos implantación: categorías de plata de fútbol femenino y tenis de mesa y sólo al máximo nivel con el más modesto de todos, el badminton. Al lado, la ciudad de Elche añade el plus de calidad, que habría podido ser mayor si no se produce el descenso administrativo del equipo de fútbol.

El Elche CF de sala protagonizó el ascenso más destacado de la temporada, al que hay que sumar la subida a categoría de plata de baloncesto tanto de Amics Castelló masculino como de Picken Claret femenino. Este es significativo porque el club de Benimaclet, con su ascenso a la nueva Liga 2, da el primer paso para recuperar un vacío que este deporte sufrió con el desmantelamiento del Ciudad Ros Casares.

Junto a ellos, el Atlético Levante recuperó rápidamente la plaza en Segunda B y el Valencia Hockey Club mitigó con su ascenso a al categoría de plata el hueco dejado en chicas por el Xaloc. El que no ha encontrado recambio es el Xàtiva de badminton, que baja un peldaño.

Aunque, para pasión, la que se producirá en la Superliga Masculina de Voleibol. Este deporte ha encontrado su acomodo desde hace años lejos de las grandes ciudades. Tan sólo Madrid tiene un equipo y no especialmente potente, mientras que el resto de clubes se reparten entre plazas como Teruel, Soria, Almería, Ibiza, Melilla o Cabezón de la Sal. En este contexto surge Castelló como una de las ciudades más pobladas y con dos equipos, ya que al habitual L’Illa Grau le acompañará ahora el Mediterráneo, que además es una escisión de aquel, con lo que la rivalidad y el morbo están servidos. En cualquier caso, un gran éxito para la capital de la Plana. A ésta le suma, lógicamente, la ciudad de Villarreal con los equipos de fútbol.

Un deporte que representó como pocos el auge y caída es el balonmano femenino, en cuya división de honor llegaron a arracimarse hasta seis equipos. La caída de patrocinadores y la imposibilidad de mantener estructuras en deportes minoritarios sólo ha permitido en los últimos tres años que sobrevivan dos estructuras: Canyamelar Valencia y Elche Mustang, y en categoría de plata hay cuatro más.

Hay deportes en situación curiosa, como la del rugby, que una vez más tiene su techo en la división de plata, pero que tiene hasta tres equipos de la ciudad de Valencia, cada uno con su filosofía, acompañados de La Vila Joiosa. Precisamente, el «cap i casal» alimenta también dos deportes emergentes y de tendencia «yanqui»: fútbol americano y beisbol e incluso un equipo en la liga de fútbol gaélico.

Y atletismo, natación...

A estos clubes podrían añadirse los de atletismo, aunque, en este caso, la competición por clubes es tan sólo una parte de un todo en el que los campeonatos individuales tienen más preponderancia que la liga de clubes. Añadir estos equipos mejoraría las prestaciones de la ciudad de Castelló con sus formaciones masculina y femenina del Playas; así como el Terra i Mar (Valencia), Fent Camí (Mislata), CA Torrent y Elche. Otros deportes también tienen ligas, pero también con una importancia relativa sobre la competición individual, como la natación, frontenis, orientación, tenis, halterofilia, triatlón o ajedrez. Ahora, balones, bolas, pelotas empiezan a rodar.