El Open de Tenis de Valencia se disputará, definitivamente, en una carpa gigante en la Ciudad de las Artes y no en el Ágora, recinto que se abandona por exigencias del guión. Ayer se celebró la reunión definitiva entre los responsables de Cacsa y los organizadores del torneo y, a pesar de los deseos de éstos, no hay vuelta atrás: habrá que estrenar un escenario efímero.

El torneo ha mantenido hasta ahora la duda de dónde se celebraría después que la posibilidad de repetir en el Ágora fuera desestimado al considerarse que el recinto de Santiago Calatrava no reúne las condiciones suficientes de seguridad. Una polémica suscitada hace unos meses, coincidiendo con la transición hacia el traspaso de la concesión a Aguas de Valencia „que participa a través de la concesionaria Avanqua„. Ahora, y en medio de esa negociación, el recinto permanece cerrado a cal y canto. No se puede celebrar ningún evento en su interior, de los pocos que ya de por sí se celebraban.

No era, evidentemente, la solución que querían o esperaban oir los organizadores del torneo, pero ahora ya no hay vuelta atrás. Desde hace tiempo venían trabajando en un plan B. Descartados otros recintos, como la Feria de Muestras o el pabellón de la Fonteta (el torneo, obligatoriamente, tiene que celebrarse bajo techo), la solución ha sido la de utilizar una carpa gigantesca, en cuyo interior habrá aforo 3.500 espectadores.

No se trata, en cualquier caso, de una solución «chapuza». La instalación ya existe y se ha utilizado para albergar otros torneos de este tipo. El problema, lógicamente, es la pérdida del «ángel» que tenía el torneo por celebrarse en un «recinto emblemático» y con él, las posibilidades de aforo.

Ahora, con un recinto más pequeño y con el descenso a categoría 250, el Open cobra otra dimensión. Pero no por ello dejará de ser un torneo de alto nivel. El torneo tendrá unos premios económicos en la línea de los de esta categoría: 537.000 euros, una cifra muy similar a los de, por ejemplo, Stuttgart, Estocolmo y Hertogenbosch, superior a prácticamente todos los de primeros de año (Munich, Bucarest, Estoril, Houston, Marsella, Sao Paulo, Sydney...) y ligerísimamente inferior a Winston Salem o Moscú. Otros, como el de Doha, Kuala Lumpur o el actual de San Petersburgo, van «fuera de concurso», con más de un millón de euros.

Compartirá fechas con el Open 500 de Basilea, como siempre, y, como siempre, se apelará a que jueguen en él alguno de los «Top 10» que tienen que puntuar para asegurar su presencia en el Masters, teniendo en cuenta que el torneo suizo cuenta con muy buenos jugadores (anuncia la presencia de Federer, Wawrinka, Nishikori, Nadal y Raonic) y encarece la cosecha de puntos, aunque éstos sean el doble.

Hoy se comunicará oficialmente el cambio a la ATP e inmediatamente comenzará la venta de entradas.