Una década llevan ya los aficionados al ciclismo reivindicando un papel más determinante en la sociedad, así como mayor respeto en las carreteras. Por eso, y por muchos otros motivos, más de 2.000 personas se dieron cita ayer en la décima edición de la Marcha Cicloturista de Valencia que este año tenía como gran protagonista, y referente, al italiano Ivan Basso. Su ejemplo, tras superar el cáncer, fue un aliciente para todos estos fanáticos de las dos ruedas que ayer quisieron arroparle ya desde la salida en la Marina Real Juan Carlos primero luciendo todos y cada uno de ellos una cartulina en la que se podía leer «forza Basso».

Entre ellos, como suele ser habitual, no faltaron representantes de la sociedad, el deporte o la política. Así, entre estos últimos se estrenaba en estos menesteres el Concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia Giuseppe Grezzi. Mientras que también se pudo ver a ex deportistas como Ángel Casero, Fernando Giner o Paco Camarasa.

Todos ellos transitaron juntos los 100 kilómetros previstos por la organización, conformada por el Club Deportivo Podium, en un recorrido entre Valencia y el Faro de Cullera con dos puertos (el del Castillo y el del Volcán) que en algunas rampas llegaba al 19% de desnivel. Además, tuvo lugar por primera vez una minimarcha de 3,250 kilómetros para menores.