Nació hace 90 años en Alginet, y allí ha recibido la noticia de esta distinción al mérito deportivo de la Generalitat que ayer le entregó el máximo representante del pueblo valenciano en el día que se ensalza a todos aquellos que en diferentes ámbitos de la vida social merecen ese reconocimiento general.

Juliet d´ Alginet, pues ese fue su nombre deportivo desde que debutó en el trinquet de su pueblo, fue pelotari a pesar de las negativas familiares que no veían en este deporte ejemplo de vida virtuosa. Fue pelotari contra viento y marea. El Tio Boles, «trinquet» de Alginet sabía el diamante que tenía en aquel muchacho de quince años que era capaz de jugar con aquella depurada técnica y con aquella férrea voluntad de triunfo cada día. A esa edad debutó en partida anunciada, vestido de pantalón blanco, contra el trío local integrado por Mutielo, Bono y Aguedo. La joven revelación se enfrentaba en su pueblo a las figuras de Pelayo como Liria II, Grauero, Fidel, siempre mano a mano, a los que venció con contundencia. Progresaba cada tarde hasta que en 1945, con veinte años recién cumplido se enfrentó mano a mano al Xiquet de Quart en un abarrotado trinquet de Alginet que tuvo que cerrar las puertas. La partida se decantó a su favor después de una titánica lucha con igualada a 55.

Juliet se consolidaba como la primera figura de este deporte. A partir de entonces su nombre era de obligada presencia en las partidas más relevantes. La rivalidad con Quart pronto se decantó a su favor hasta la llegada de Rovellet. Fue entonces cuando la pelota valenciana, en su vertiente profesional vivió una época brillante. Se inauguraron varios trinquetes por iniciativa privada. En 1960, le fue concedida en Pelayo la medalla al Mérito Deportivo que entregaba la Delegación Nacional del Deporte.

Todos coinciden en señalar que Juliet fue un hombre providencial para la pilota valenciana. Lo salvó en la época más difícil, en plena posguerra. Y lo hizo aplicando la mejor medicina para un deporte señalado por los dedos acusadores: con incorruptible honradez. En cierta ocasión, Paco Cabanes vio jugar una partida de veteranos retirados con la presencia de Juliet. Al finalizar Genovés afirmó: «si este home juga com juga a estes hores, no puc imaginar el que jugaría de jove?» Juliet se retiró en el viejo trinquet de Moncada en el año 1968 en una partida que le enfrentó al Xato de Guadassuar. Desde entonces ha paseado su cautivadora personalidad, entre el reconocimiento general por todos los trinquetes valencianos donde su presencia ha sido habitual. Hoy, a los 90 años, le llega el reconocimiento institucional en el día grande de los valencianos.