Es difícil deslumbrar como se hizo en la primera jornada frente al Real Madrid. Y es difícil porque cada partido tiene una historia y una motivación bien distinta. En una temporada tan larga lo importante es llegar al momento adecuado en la mejor forma posible.. Valencia Basket realizó ayer un partido marcado por lo impreciso y lo práctico. Las 21 pérdidas de balón cometidas le hubieran costado a cualquier equipo, incluso a Valencia Basket de hace poco tiempo, una derrota segura. Sin embargo el conjunto «taronja» apenas lo acusó y aunque mantuvo hasta el final la incertidumbre del marcador siempre dio la sensación de manejar bien la dinámica del choque.
La plantilla confeccionada este año precisamente sirve para resolver este tipo de situaciones. Salvaguardando la unidad del equipo, el partido en Madrid lo resolvió Hamilton, el de Nancy encontró a Van Rossom con un triple a falta de ocho segundos y ayer fue Dubljevic el que cimentó la victoria. Es la virtud de este equipo.
Ayer no volvió a jugar Trias ni tampoco lo hizo Sato. Menos sorprendente lo del primero, sí que llama más la atención lo del segundo. Otrora jugador de vital importancia en el proyecto, Sato debe empezar a asumir que su rol secundario ahora sí es real. La competición le va a dar minutos, pero quizás no contábamos con tan pocos como los que se han visto hasta ahora. Pedro Martínez lo tiene claro y eso es lo importante. Su paciencia y cautela se ha ganado ya en poco tiempo a gran parte de la Fonteta y a la plantilla. Todos tendrán oportunidades en su momento. Mientras tanto a seguir ganando que es lo que toca y lo que cuenta.
