E l Valencia Basket salió ayer de nuevo victorioso. Ya van cinco partido oficiales, si sumamos liga y competición europea, donde los «taronja» cuentan sus partidos por victorias. Si vamos más atrás, salvo el primer envite de pretemporada ante UCAM Murcia, todos los demás compromisos se han saldado con triunfo.

La vorágine por ganar no debe acabarse nunca pero si hay que prevenir la excesiva superioridad. En apenas dos minutos de partido el equipo de Pedro Martínez ya demostró que era muy superior a su rival. Sin hacer grandes alardes y jugando fácil el descosido a los madrileños desde los primeros instantes fue más que evidente.

Esa ambición tuvo el momento culmen mediado el tercer cuarto, cuando tras un arranque demoledor se bordeó la treintena de puntos de renta. A partir de ahí vimos otro partido. Estudiantes apretó, es cierto, pero Valencia Basket comenzó a irse del choque. Quizás pensando en el choque del martes, puede ser que reservando algo sus fuerzas para partidos futuros o aún soliviantado por el primer inconveniente en forma de lesión de esta temporada con Van Rossom, lo cierto es que el partido bajó y muchos enteros en los de Pedro Martínez.

Aunque es cierto que nunca se temió por la victoria sí que es una alarma para el futuro. El gran trabajo realizado durante casi treinta minutos dejó un poso con cierto regusto amargo pese a haber ganado. Corregir esto desde ya, debe ser lo mejor porque seguro que partidos y situaciones así, tal como está el nivel del equipo, se van a dar más veces.

Por cierto, mención de honores para Rafa Martínez. El comienzo de liga del capitán pese a la eclosión de jugadores como Justin Hamilton, Van Rossom o Dubljevic está siendo brutal. Ayer volvió a ser el máximo anotador y el más valorado. Gran noticia para un hombre que es líder de vestuario y ahora mismo un estandarte en mayúsculas en la pista.