Con el peso de la incertidumbre del «qué pasará» con el torneo el año que viene y sin el Ágora ya como escenario, el Abierto de Valencia de Tenis recibió ayer la peor noticia posible: la retirada de David Ferrer, que hoy debía estrenarse e los octavos de final. Se trata de un revés muy duro para la competición, teniendo en cuenta que el tenista valenciano era el principal «gancho» deportivo y social. El jugador de Xàbia, que partía como cabeza de serie y hoy se iba a enfrentar al alemán Daniel Brands „que accede directamente a cuartos de final„ se queda fuera por una lesión en su codo derecho. «Lleva tiempo doliéndome y llego sin apenas descanso de Viena», dijo Ferrer, principal coopropietario del torneo junto a Juan Carlos Ferrero.

Ferrer, que se encuentra inmerso en la lucha por lograr la clasificación para el Masters, afirmó que es duda para el último Masters 1.000 de la temporada en París. El tenista lamentó que se lesione en un año como este. «Es una lástima porque siempre hace ilusión jugar en casa. Si un torneo me duele no jugar es éste. Me sabe mal por el público y también por la organización del torneo que tanto esfuerzo hace cada año y para ellos sé que es un duro golpe», añadió.

Ante la posibilidad de que este sea el último año que el torneo, del que es copropietario junto a Juan Carlos Ferrero, se celebre en Valencia, comentó: «Me sabe muy mal no despedirme en la pista, pero ojalá no sea así y otros años pueda estar aquí».

El director ejecutivo del torneo, David Serrahima, señaló en rueda de prensa que siguen sin cobrar lo que les adeuda la Generalitat Valenciana, tanto de la pasada edición como de la actual. «A fecha de hoy no hay ninguna novedad y no podemos pensar en 2016. Desde el primer momento seguimos pidiendo que cumplan el acuerdo que hemos alcanzado y ellos siguen buscando la vía para encontrar una solución, pero estamos a miércoles y todavía no la han encontrado», indicó. «Estamos haciendo un ejercicio de absoluta normalidad. Nosotros estamos cumpliendo con creces en los últimos años trece años. Todo el mundo tiene que aportar lo que se ha comprometido y estamos a la espera, esperando a que firmen el contrato, nos llamen y tengamos esa reunión», dijo en referencia al 1,5 millón de euros pendientes.