Si la carrera hubiese durado todo el día, o toda esta semana, posiblemente hubiese ocurrido lo mismo: Jorge Lorenzo seguiría primero y Valentino Rossi, cuarto. Superadas las primeras trece vueltas, culminada la remontada del italiano, todo lo que podía suceder a partir de entonces era que alguien se quedase sin gasolina. Ni el balear, ni Marc Márquez ni Pedrosa, iban a ceder una milésima al nona campeón, que se encontró con un muro insalvable por detrás del trío español. Rossi había remontado 23 posiciones pero ya no tenía nada más que ofrecer.

Concluyó la prueba sin rodar ni una sola vuelta por debajo del ritmo que los tres españoles impusieron vuelta tras vuelta en la cabeza de carrera.

Medio mundo dirigió ayer su atención a la recta de salida del Circuit Ricardo Tormo a las 3 de la tarde. Ninguno de los protagonistas defraudó a su parroquia. Mientras Jorge Lorenzo no falló y se puso al frente a marcar un ritmo frenético, Valentino Rossi comenzó adelantaba rivales con una facilidad asombrosa. Más de uno le invitó a pasar, también. En la segunda vuelta ya era duodécimo, pero a 5.2 segundos de la cabeza de carrera, donde Lorenzo se mantuvo inabordable para sus rivales. Antes de concluir la segunda vuelta Rossi se quedó sin otro de sus rivales, su compatriota Andrea Iannone (Ducati Desmosedici GP15), que se fue al suelo. Una vuelta después, era noveno, con una desventaja respecto al trío de cabeza de 6,1 segundos y con Jorge Lorenzo firme en la primera posición, aunque con los dos pilotos de Repsol Honda, Marc Márquez y Dani Pedrosa, pegados a él.

La diferencia fue en aumento vuelta tras vuelta. Danilo Petrucci le dejó pasar clarísimamente al abrir en exceso su trayectoria, lo que también aprovechó Smith para superarlo. Así, en el séptimo giro Valentino Rossi era ya séptimo, en un grupo de cinco pilotos, con una desventaja cercana a los nueve segundos y medio respecto al trío de españoles, en el que se empezó a quedar rezagado Dani Pedrosa. En ese grupo, además de Smith, que lo cerraba, se encontraban el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP15) y los españoles Aleix Espargaró (Suzuki GSX-RR) y Pol Espargaró (Yamaha YZR M 1), que fue el primero en verse superado de una manera muy apurada por el italiano, que llegó a tocar con su moto la Yamaha del español.

Dos vueltas después, en el duodécimo giro, Valentino Rossi ya era quinto, con Andrea Dovizioso por delante de él y una diferencia respecto al trío de cabeza de 12,7 segundos, y una vuelta más tarde ya había culminado su remontada «más lógica», cuarta posición a más de diez segundos de Pedrosa, por entonces el más rápido en pista pero en el tercer puesto, tras Lorenzo y Márquez. En el ecuador de la carrera Jorge Lorenzo ya sabía la situación de Rossi por la pizarra: prácticamente en todas las vueltas el italiano rodó entre 4 y 5 décimas de segundo más lento que su propio compañero de equipo. Desde ese momento la situación se estabilizó. Lorenzo entró primero en la linea de meta, seguido de Márquez, muy seguro en la pista.