El tenista de Xàbia David Ferrer anunció ayer en redes sociales que se casa. Y muy pronto. Lo hará el sábado de la próxima semana. El jugador valenciano lo dijo con un selfie en el que, además de su padre, aparecía la novia de la boda. «Aquí va una foto con mi padre y mi futura mujer!!», proclamó a los cuatro vientos. Ferrer contraerá matrimonio con la óptica de Benifaió, Marta Tornel, el próximo 28 de noviembre.

Ferrer y Tornel se conocieron a finales de 2008 a través de su entrenador, Javier Piles, también de Benifaió, y su mujer, Begoña, de quién Marta es amiga. Están considerados una de las parejas más admiradas y atractivas del tenis y ella, una de las novias más bellas del circuito aunque, muy discreta, no responde al arquetipo de novia mediática de deportista famoso. Su relación, más que estable (hace tiempo que conviven) fue muy importante para estabilizar anímicamente a «Ferru», quien había sufrido emocionalmente la ruptura con su anterior pareja.

David y Marta se sumarán a la «fiebre nupcial» que se está registrando en el mundo del tenis tras los recientes enlaces de Novak Djokovic o Andy Murray. La futura esposa de Ferrer, sin esconderse, siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano. En eso se parece a María Francisca Perelló, la novia de Rafa Nadal, la discreción es su seña de identidad.

El tenista valenciano tiene tiempo para ultimar la boda, después de despedirse ayer del Masters de Londres vendiendo cara su derrota ante Rafa Nadal. El valenciano estaba ya eliminado, mientras que el mallorquín estaba clasificado para las semifinales. A pesar de la intrascendencia del partido a efectos clasificatorios, el encuentro estuvo disputado ((6-7(2), 6-3, 6-4), en un duelo en el que ambos se entregaron a fondo. El balear topará hoy (15.00 horas) frente al número uno mundial, el serbio Novak Djokovic.