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Entrevista

"En el Canyamelar ni me pagan ni me cogen el teléfono"

Natalia Morskova comenta estos días para Teledeporte el Mundial de Balonmano Femenino donde España aspira a clasificarse para los Juegos de Río

"En el Canyamelar ni me pagan ni me cogen el teléfono"

La selección femenina de balonmano está luchando estos días en Dinamarca por reeditar, al menos, la medalla de bronce que consiguió en 2011 y consolidar así una progresión que en los Juegos Olímpicos de Londres les llevó a repetir medalla. Las «guerreras», como se las conoce popularmente, están marcando una época, pero antes ha habido otras que han abierto el camino, que han marcado las pautas para hacer grande al balonmano femenino español. Entre ellas, la hispano-rusa afincada en l´Eliana Natalia Morksova fue y sigue siendo toda una leyenda de este deporte. Ahora colabora con Teledeporte en las retransmisiones de los partidos de este Mundial, aunque, como ella misma lamenta, no ha podido hacerlo acompañando al equipo desde Dinamarca. Morskova analiza también el estado del balonmano femenino, exige mayor respeto para ellas y pide más apoyos para los deportistas tras su retirada de las canchas.

¿Qué le pareció el debut de las guerreras ante Kajakistán?

Salieron algo confiadas, pero sin seguridad, empezaron a fallar y perdieron muchos balones. En un Mundial no puedes permitirte el lujo de perder tantos balones. Es algo que dice mucho de cómo está psicológicamente un equipo y de su nivel. Entiendo que era el primer partido y tenían mucha presión. Yo sé lo que es eso, estuve en cinco mundiales y sé lo que significa y lo que se siente. Pero el primer partido es para quitarte los miedos. Ellas ya no son una novatas y tienen que demostrarlo.

¿Sigue manteniendo relación con su club natal?

Sí, cuando he viajado a Rusia me han llamado para acudir al pabellón, hacer entregas de premios o abrir algún partido. Hace poco el club cumplió 50 años, me hicieron una entrevista para televisión y se emitió en pantallas gigantes en el pabellón.

España lo tendrá difícil en este Mundial, pero en el equipo nacional juegan dos valencianas, ¿qué destacaría de ellas?

Silvia Navarro empezó conmigo también y con el equipo de Cristina Mayo. Recuerdo que era una chica muy tranquila, calladita, cuando ganamos la Copa de Europa. Luego se fue a Ferrobús y le perdí la pista. Me sorprendió y me alegró verla en el Mundial de 2011 y ahora es la más veterana con 36 años. Es pequeña, pero tiene mucha intuición en la portería y parece como un lagarto que lo atrapa todo.

La alicantina, Lara González, en cambio es de las jóvenes...

Exacto, es la segunda más joven. Viene de una lesión, pero salió el sábado y me gustó mucho. Metió un golazo, así sin moverse soltó un latigazo muy bueno. No tuvo muchos minutos, pero puede jugar perfectamente.

¿Cómo ve al balonmano femenino español, por ejemplo a un equipo como el Canyamelar que está en División de Honor?

La verdad es que no las sigo porque me deben dinero todavía desde hace más de dos años. No me pagan y ya ni me cogen el teléfono. No voy a verlas porque después de haber pasado lo que pasé con ellos no me interesa.

¿De quién guarda, en cambio, mejores recuerdos?

De mucha gente, pero especialmente de personas como Cristina Mayo. Si no fuera por ella el balonmano aquí no hubiese prosperado, junto con Gregorio García y Ángel Sandoval en Alicante, han sido los que han llevado al balonmano femenino valenciano a la gloria.

¿Cómo animaría a la gente para que siga este Mundial?

Hay gente que ha viajado a Dinamarca, pero a los que estén en casa les diría que lo vean por televisión porque vale la pena. Espero que los medios hablen de ellas también y que se apoye más el deporte femenino en general. Es importante porque estás jugando y sin los medios parece que no estuvieras. Ante Rusia, por ejemplo, será un partidazo.

¿Cree que está mejorando la situación de la mujer en el deporte español?

Mucha gente piensa que un hombre es más fuerte físicamente, pero la mujer lo es más aún porque tenemos que hacer muchas labores tanto en casa, como con los hijos y en otros aspectos. Entrenando no somos menos que los hombres, muchas veces nos apartan y nos dejan de lado en muchas cosas, también en lo que nos pagan. Nos valoran menos. Siempre estamos al margen y es injusto. Las mujeres seguimos luchando y demostrando que podemos. Tenemos que seguir así, demostrar que seguimos siendo las mejores, más fuertes y más listas (risas) sin despreciar a nadie, por supuesto.

¿Qué les falta entonces para equipararse a los hombres?

Quiero transmitir que las mujeres tenemos mucha capacidad, pero muchas veces falta el apoyo necesario. Si tuviéramos solo un poco más florecerían muchas más. Yo les dijo a las jóvenes que sigan luchando, trabajando en el deporte donde les inculcan los valores. Ellas pueden crecer en el deporte y luchar por sí mismas.

Existe un problema con el abandono del deporte de las adolescentes. ¿Cómo podría cambiar?

Yo he sido la directora de la escuela de balonmano de l´Eliana y he visto cómo muchas chicas a partir de los 18 lo dejaban. Empiezan con muchas ganas, pero luego tienen problemas para compaginarlo con los estudios. No hay apoyos ni colegios o clases especializadas solo para deportistas que mientras estudian tengan respaldo. Tienen que estudiar, entrenar, viajar, competir...

¿Está la solución en el Estado?

El gobierno tiene que ayudar más. En Rusia yo estaba en un internado deportivo en mi ciudad natal y allí estaban los mejores deportistas de la ex Unión Soviética desde los 14 años. Entrábamos en ese internado deportivo, estudiábamos allí, vivíamos allí y dormíamos allí. Teníamos nuestros profesores, médicos... incluso había en el colegio normal una clase deportiva. Sabías que tenías un tutor que si fallabas un día te ayudaba a estudiar. No dejabas tu deporte por eso. Aquí la gente sabe que difícilmente vivirá del deporte, más aún las mujeres, y les diría a las autoridades que pongan más interés.

Además, es una forma de potenciarse de cara al exterior, de eso que llaman marca España.

En Rusia el gobierno siempre ha tenido mucho interés en apoyar a sus deportistas para dar esa imagen como país fuera de sus fronteras. Es la imagen del país y de la juventud. Es algo importante.

Ahora está de baja, pero era monitora en l´Eliana. ¿Se trata bien aquí a los ex deportistas?

No, me gustaría que a los ex deportistas se nos tratara mejor. Tú te dejas la piel, pero luego nadie la deja por ti. Los deportistas cuando terminan deberían tener algún futuro y apoyo, que no nos sintamos tan abandonados como ahora. Nos quitamos tiempo de la familia y de muchas otras cosas, entregándonos con corazón, alma y cuerpo. Y se tiene que reconocer.

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