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Desde la zurda

Canastas desde el infierno

Tercos como una mula, los jerarcas de la Euroliga siguen erre que erre con su política de consolidar una competición cerrada, anclada en un formato que apesta a naftalina. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen, es cierto, pero mal ejemplo dan al mundo del deporte si no se abren al sentido común. La política de repartir licencias a quién a mí me dé la gana y darle largas al que se lo está ganando en la cancha es un gesto de materialismo extremo y nada democrático. Una patada al espíritu deportivo. El señor Bertomeu „tiene guasa que el mandamás de la Champions del baloncesto sea español„ debe andar nervioso con la marcha del Valencia Basket, lo cual nos congratula. Él y el resto del «stablishment» de la canasta en Europa debería despojarse de sus caprichos sectarios y tener en cuenta los galones del club de La Fonteta, el equipo más en forma del viejo Continente. Nuestros Warriors. La réplica del equipo «taronja» a la constante negativa a ser incluido en la cisma continental no puede ser más contundente: 18 victorias consecutivas entre Liga ACB y Eurocup. Una batería de canastas lanzadas desde el inframundo de la marginación.

Si el motivo de priorizar al Laboral Kutxa y al Unicaja es económico, también andan muy equivocados. Mientras el Valencia Basket va ganando solidez financiera y social, el Baskonia (el equipo con licencia A junto a Real Madrid y Barcelona) pierde altura. Consolidado, además, entre los cuatro mejores de la ACB, al VBC sólo le quedaba una manera de llamar la atención: firmar el mejor inicio europeo con 18 victorias seguidas. Desde el infierno, ¿hay alguien ahí?

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