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Subvenciones deportivas

La corrupción ahoga las ayudas al deporte

La intervención judicial en la empresa pública Imelsa ha obligado a la Diputación a conceder tan solo 18.000 euros de ayuda como máximo por club. En algunos casos el recorte es de más de 40.000 euros y los clubes no saben cómo afrontarlo.

El Puerto Sagunto firma la subvención con la diputada de Deportes.

La mala gestión de Imelsa sigue provocando consecuencias en diferentes niveles y ámbitos. Así, entre los perjudicados por la presunta corrupción en la citada empresa pública se encuentran también no pocos clubes valencianos que ahora, a toro pasado, han visto cómo no van a recibir las ayudas que se les habían prometido a principios de año. Todo debido a la orden de la fiscalía que impide otorgar más de 18.000 euros por expediente de las subvenciones que Imelsa había adjudicado. Esto ha provocado ya serios agujeros económicos en las cuentas de diversos clubes como el Fertiberia Puerto Sagunto de balonano, el Pedalier Xàtiva de ciclismo o el Fent Camí Mislata de atletismo, que no ven el modo de cuadrar sus cuentas con este lastre.

Desde la Diputación se insiste en que es algo ajeno a su gestión actual y ante lo que «poco podemos hacer», pero los clubes se siente perjudicados por un problema que consideran ajenos a ellos y piden que, aunque sea de cara a la adjudicación de 2016, se les compense. Una proposición que no es vista con malos ojos desde la institución pública. Este regalo envenenado de Navidad en forma de recortes de «tarifa plana» ha generado mucha preocupación e incertidumbre en los equipos afectados. Así, el director técnico del Fent Camí Mislata, Miguel Pinar, se lamenta: «Siempre somos los pupas. Hasta 2014 nos daban solo 20.000 euros, este año pedimos más porque somos el único equipo, junto al Terra i Mar, en la máxima categoría nacional de atletismo y nuestra ayuda era infinitamente menor a la de ellos. Se nos prometió una compensación al otorgarnos 60.000 euros que ya era insuficiente, pero ahora quedarnos con 18.000 es una auténtica tragedia». Él opina que «deben pagar los que lo han hecho mal, pero no clubes como el nuestro». Y añade: «si hubiéramos sabido esto tal vez hubiésemso planteado un presupuesto diferente, más ajustado».

No están más contentos en el Puerto de Sagunto de balonmano que milita en Asobal. Ellos firmaron el convenio el pasado 9 de diciembre y fue cuando se enteraron del recorte: «Nos dijeron que vez de los 40.000 euros que nos habían prometido tan solo nos daban 18.000. Ahora tenemos un agujero de más de 20.000 euros que no sabemos cómo vamos a solucionar». Ellos lamentan haberse enterado tan tarde porque «de haberlo sabido antes del inicio de esta temporada no hubiéramos fichado a algún jugador o habríamos tenido que dejar sin competir a alguno de nuestros32 equipos». El alcalde de Sagunt, Quico Fernández, que actuó como mediador, indicaba que «este año ha habido problemas en Imelsa por la corrupción del PP, que dejaba esta ayuda en el aire. Se ha podido salvar, pero no íntegramente».

Por su parte, la diputada de Deportes, Isabel García, avanza que van a «intentar resolverlo el próximo año cuando habrá un criterio más objetivo para otorgar las subvenciones». Precisamente esta falta de rigor ha sido uno de los grandes problemas. García asegura que «había contratos sin firmar, ayudas que parecía que se daban más bien a dedo o por amiguismos y eventos que no se justificaban». Todo ello es lo que se proponen cambiar aunque entiende que ahora haya malestar entre los clubes que sí cumplían todas las condiciones y que, por la resolución de la fiscalía, no pueden recibir lo prometido. «En algunos casos se pactaba de palabra. En los primeros meses venía la gente a pedirme cosas y yo me sentía como el poli bueno o malo según el caso. Sin objetividad no hay criterios para poder dar las ayudas y eso es lo primero que vamos a cambiar».

Entre los clubes más afectados están varios de un deporte con tantos gastos como el ciclismo. El presidente del Veloclub Pedalier de Xàtiva, Manolo Roldán asegura que deben dinero en equipaciones, gasolina... que ahora no saben cómo afrontar pues han pasado de los 31.600 previstos a tan solo 18.000. Él recuerda las peculiaridades de este deporte: «Es caro porque hay muchos desplazamientos, competimos a nivel nacional, tenemos varios coches y muchos gastos que afrontar. Nuestro objetivo siempre es terminar la temporada, cerrar cuentas y que todos nuestros proveedores cobren, pero ahora no sabemos qué pasará». El lamenta que desde la política no se comprenda que hay deportes con más gastos que otros: «No se puede hacer el mismo recorte a todos y pensamos que se podría haber hecho de otra forma».

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