Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Anna Sanchis: "Si yo me llamara Manolo tendría más facilidades"

Acaba de renovar por dos años con el mejor equipo del mundo, el Wiggle Honda, pero lamenta que una ciclista de su nivel no pueda dedicarse por completo a su deporte

Anna Sanchis: "Si yo me llamara Manolo tendría más facilidades"

Acaba de renovar por dos años con el Wiggle Honda. ¿Regalo de Navidad?

La verdad es que estoy muy contenta y agradecida. Lo veníamos hablando desde hacía algún tiempo y no nos costó nada llegar a un acuerdo para continuar. Voy a poder seguir teniendo como compañeras a algunas de las mejores ciclistas del mundo.

Ahora hace también justo dos años que fichó por el equipo inglés. ¿Cómo lo recuerda?

Entonces no me lo esperaba. Llevaba ya tres años en el Bizcaia, que era un equipo más pequeño y con menos medios. Son como una familia, pero el problema es que ya no se les podía pedir más. Yo y otras, aunque nos sentíamos muy arropadas y a gusto en el equipo, sentíamos que no podíamos prosperar ni dedicarnos más profesionalmente. Y eso nos frustraba. No había más medios. Estaba un poco cansada del estado del ciclismo femenino en España. Por eso cuando me llegó la propuesta del Wiggle, que es uno de los mejores del mundo, no lo dudé, aunque me supo mal dejar a mi anterior equipo porque éramos todos como una familia.

Su situación es particular porque está en ese equipo, pero reside y entrena en Xàtiva...

Es algo que establecimos desde el principio porque para mí era muy importante. Yo estoy estudiando medicina en la universidad y no podía, ni quería, dejar los estudios. Aprieto más en eso durante el primer trimestre del curso y a partir de enero o febrero me centro más en el ciclismo. Fue algo que aceptaron desde el primero momento y me han respetado mucho. Además, hay un gran ambiente en el equipo y ese es otro de los motivos que me han llevado a continuar.

¿Hay otras compañeras en una situación similar?

No, algunas estudian también, pero no una carrera como esta que te exige tanto. Otras están en la policía o el ejército en su país, pero en la sección deportiva. A pesar de la distancia solemos estar siempre en contacto por el móvil y nos comunicamos bastante tanto con el equipo como entre nosotras.

¿Cuál fue la principal diferencia que encontró al llegar al Wiggle Honda?

El equipo era más o menos como me esperaba. Pero yo venía de uno amateur y esto era pasar a otro nivel. En mi anterior club era más en plan familia, mucha gente se implicaba, pero más en como hobby y ahora sí que hay más gente que trabaja en exclusiva para el equipo. Eso ya es una gran diferencia.

¿Cree que su labor y sus éxitos están suficientemente valorados por la sociedad?

Pienso que no está suficientemente valorado, pero es lo que hay. Me gustaría que fuera de otra forma, pero no me queda más que acostumbrarme.

¿Cambiaría algo si en vez de llamarse Anna Sanchis fuera, pongamos... Manolo Sanchis?

Por supuesto que sí. Si me llamara Manolo tendría más facilidades en diversos aspectos. Como deportista tengo muchas ayudas, pero en el ciclismo masculino un corredor que tenga mi nivel vive perfectamente, mientras que yo tengo que llamar a mil puertas para ir pasando. Tampoco para vivir de esto, sino para ir tirando. Con patrocinios voy pagando lo que puedo, y si falta algo lo pone mi padre, como pasó en el campeonato de España que nos pagamos nosotros el viaje.

¿Iniciativas como la carrera femenina en la Vuelta a España son el camino a seguir?

Sí, creo que hay que aprovechar todo lo que mueve el ciclismo masculino para darle más visibilidad a las mujeres porque la situación en ambos casos aún es muy diferente.

A la pregunta ¿estudias o trabajas? en su caso cabría añadir, y entrenas... ¿cómo se compagina todo eso?

Pues haciendo un puzle cada día. Es como si tuviera una contrarreloj en cada jornada. Me levanto a las seis y media, a las siete estoy estudiando y luego tengo que entrenar. Mi horario lo llevo en la cabeza. Voy siempre corriendo de aquí para allá, pero van saliendo las cosas. Afortunadamente, la gente que me apoya y que está ahí cerca de mí me da mucha fuerza.

Su deporte exige entrenar en la calle. ¿Ha notado que la reconocen más ahora?

Sí. Los ciclistas con los que me cruzo ya me conocen y cuando se dan cuenta de que soy yo, me dan ánimos y eso es algo que me llega mucho. También siento el apoyo de los aficionados.

Acaba un 2015 con alegrías y tristezas...

Ya estoy acostumbrada a que todos los años sean así. Siempre me pasa algo, cuando algo va bien me alegro e intento disfrutarlo porque sé que siempre me va a venir algo malo. Antes del Giro le decía a un amigo que algo me tenía que pasar porque estaba siendo todo demasiado bonito, y, efectivamente, llegó la caída y la retirada. Es una lástima. He tenido muchas lesiones y muchas caídas y enfermedades y para un deportista esto es lo peor. Te preparas y una vez que estás bien, llega otra lesión. Al final esto te va desmoralizando.

Otro que sabe mucho de eso es Rubén Plaza. Casi se retira al inicio de su carrera, pero este año ha sido sensacional para él.

Es cierto. Cuando empecé con los problemas de rodilla hablaba mucho con él porque sabía que había pasado cosas similares. Me animaba mucho y me daba muchos ánimos. Las lesiones no sabes nunca cómo vienen. Cuando me rompí la clavícula en el Giro pensé que era para bastante tiempo y decidí tomarme la recuperación con calma para no tener más problemas.

Mirando lo positivo. Volvió a lograr doblete en el Campeonato de España. ¿Le hizo más ilusión ahora?

Sí, porque no me lo esperaba para nada. En 2012 el circuito sabía que me iba bien y llegaba en un gran momento de forma. Ahora el circuito no me venía tan bien. Sabía que podía tener alguna opción, pero ganar los dos títulos no entraba en mis planes.

Compartir el artículo

stats