La Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV) estudia seriamente separar por edades, la próxima temporada, a los equipos de primer y segundo año de categorías inferiores. El proyecto tiene sólidas argumentaciones. Sólo hay que echarle un vistazo a las clasificaciones. Equipos de niños de un año de edad de diferencia compitiendo en desigualdad de condiciones, con las consecuentes goleadas. Chavales que le sacan medio cuerpo, en ocasiones,a su rival. Gigantes contra pequeños. Que se lo digan al Albal C, donde chavales de 8 años compiten cada fin de semana con nacidos un año antes. Resultado: es el conjunto más goleado de la categoría, sin puntos en el casillero y 90 goles en contra.

Hace sólo dos semanas, el entrenador del Aielo benjamín, Aitor Cebrián, hizo un canto al sentido común con el discurso que pronunció a sus muchachos, un año mayores que los del rival (Contestano), último clasificado del grupo de benjamines. «Son de primer año y no debieran competir con vosotros en esta categoría. Están goleándolos cada semana y querría que os pusierais en su lugar. No quiero que celebréis los goles. Vamos a ser respetuosos», les dijo. Sus jugadores tenían 9 años, por 8 los del contrario. La casualidad y la buena voluntad hicieron que el caso apareciera en los periódicos. Un padre del equipo rival había escuchado, al ir al servicio, las sensatas palabras del entrenador.

Pero los casos se multiplican. El Albal C puede explicarlo bien. Lo sufre en sus carnes cada domingo. «Los padres son los que peor lo llevan. Los niños no se acuerdan, porque luego cuando vienen a entrenar, ya están pensando en el próximo partido. Pero los padres... es duro. Y también para el entrenador. Tienes que armarte de valor para levantar el ánimo de los niños», asegura Ricardo Blasco, director general de la escuela del Albal, club en el que es una leyenda.

La comparación con la situación de los filiales viene a cuento. «Es un buen ejemplo. Igual que el Barcelona no puede coincidir con el Barça B, o el Real Madrid con el Castilla, no deben jugar en la misma liga equipos de primero y segundo año, porque se nota la diferencia», añade Ricardo. «La solución que plantea la federación es buena. Es tan sencillo como organizar grupos por edades dentro de la misma categoría», explica Blasco, que considera que la desigualdad perjudica a las escuelas humildes. «Como las escuelas grandes se llevan a muchos niños, tienen varios equipos por categoría. Así, hay escuelas que tienen 8 equipos de primer año y tú uno»

La Copa Confederación como ensayo. De momento, la FFCV ensaya su proyecto de igualar las ligas de niños en la Copa Confederación, el torneo que se disputa cada temporada en El Planter con una participación muy concurrida. La competición, que llega a coincidir con la Liga, se juega por eliminatorias. Y la federación ya separa a los niños por edades en la mismas categorías. Desde la FFCV son conscientes de la situación y por ello quieren aplicar una solución la próxima temporada en todas las competiciones. Sería la primera federación territorial en adaptarlo. Una idea que equilibraría clasificaciones y evitaría sufrimientos en padres y niños.