La Comunitat Valenciana decidirá este año el ganador de la Vuelta a España con un total de cinco etapas que llegan en la última semana y que depararán todo tipo de emociones y varias sorpresas. Tal vez la más llamativa de ellas será el inédito y brutal final en Mas de la Costa (Castellón). Un impresionante puerto que combina asfalto con cemento y en el que los ciclistas tendrán que superar varios tramos con un desnivel del 22 por ciento. Si el año pasado «la trampa» se situaba en tierras alicantinas, concretamente en la «Cumbre del Sol» de Benitatxell, ahora el «infierno» se traslada algo más al norte, en Lucena del Cid. Ambos son finales inéditos y en los dos casos el puerto consta de tan solo 4 kilómetros, pero con una máxima exigencia.

En 2015 fue mar y ahora es montaña, pero la dureza será similar y hará que los aficionados disfruten del esfuerzo de un pelotón que, al contrario que el año pasado, ahora llegará a tierras valencianas en la última semana de competición, cuando todo se decide. Además, esta impresionante subida no será la única en esa jornada 17 en la que los sufridos ciclistas también pasarán por los puertos del Desert de les Palmes, Coma y Serratella.

Pero este puerto no será una excepción. La 71 edición de la Vuelta a España, que ayer fue presentada en Ourense, donde partirá el 20 de agosto, será una de las más montañosas de los últimos tiempos. Habrá hasta 9 finales en alto, uno de ellos el francés Aubisque, un clásico del Tour de Francia, de esos que hacen afición. Y un total de 51 puertos, entre ellos los míticos Lagos de Covadonga, Peña Cabarga, el Marie-Blanque o el Alto de Aitana. Ahí, en la cima de la provincia de Alicante, se disputará la batalla final, justo un día antes de entrar en el madrileño Paseo de la Castellana. Y es que si a las playas valencianas se las conoce como «la costa de Madrid», sus montañas serán ahora las sierras madrileñas porque recogen el testigo que suelen tener los montes madrileños como preludio del final de la carrera. La dureza de esta Vuelta parece ya acreditada antes de su inicio y, de hecho, ayer mismo Alberto Contador decía que no descarta correrla: «el recorrido «incluye etapas con puertos largos que se adaptan a mi».

Justo antes de la esperada etapa de montaña alicantina se celebrará otra no menos recurrente con la contrarreloj de 39 kilómetros entre Xàbia y Calp. Será una oportunidad para que los rodadores recuperen tiempo, aunque la sinuosa carretera de la costa alicantina también beneficia a los que no son puros contrarrelojistas. Además, ya se sabe, en cronos tan hacia el final de la carrera priman más las fuerzas que cada uno tenga todavía que lo experto que se sea en estos menesteres.

La provincia de Valencia también será protagonista con un etapa íntegra por su territorio que partirá el 8 de septiembre de Requena y acabará en Gandia tras cumplir 191 kilómetros y pasar por localidades como Jalance, Ayora, Moixent, Ontinyent o Albaida. De nuevo, una etapa con mucho sube y baja, sin grandes puertos, pero muy propicia para las escapadas de hombres todo terreno como el alicantino Rubén Plaza.

Además de estas cuatro jornadas íntegramente por territorio valenciano, el pelotón entrará en la Comunitat Valenciana el 5 de septiembre en un día con salida en Alcañiz y final en Peñíscola en la que será, salvo Madrid, la última oportunidad para los esprinters. Por lo que respecta al resto, la Vuelta este año será solo semi vuelta a España porque lo más al sur que estará será precisamente en tierras valencianas. El resto será por el norte con Galicia, Asturias y País Vasco como grandes protagonistas.