El desafío que enfrentará a Soro III y Javi contra Puchol II y Félix el próximo sábado en Pelayo y que ha levantado tanta expectación, hasta el punto de que el lleno está asegurado, ha adquirido una relevancia especial porque se enfrentan las cuatro mejores figuras del escalafón en un momento de juego inmejorable de cada una de ellas. En el recuerdo reciente esa final del mano a mano entre los dos restos que todos coinciden en señalar como una de las más hermosas de la historia y que levantó pasiones de principio a fin. Y en el recuerdo las últimas presencias de Javi y de Félix en la temporada navideña de Pelayo que han causado sensación. Todo se ha unido para considerar esta partida como una de esas que quedan grabadas en la memoria colectiva de los aficionados.

Otra de las circunstancias a considerar es que Pelayo rompe con una tradición muy arraigada. El trinquet rara vez fue escenario de desafíos similares al que ahora se anuncia. Este tipo de partidas parecían destinadas a anunciarse en otras plazas del territorio valenciano. Pelayo, seguramente en sus mejores épocas, no las necesitaba. Ahora, el desafío cuaja en un momento de ola convulsiva y cargada de ilusiones por ver sus gradas repletas.

Precedentes

El desafío pertenece a la esencia del Joc de Pilota. Los cronistas del siglo XIX y aún anteriores dejaron escritos los pormenores de los retos que animaban a miles de seguidores. El primero que fue loado de una manera especial, con mayor riqueza de detalles en la prensa de la época, es el que se jugó a galotxa en Benifaió de Espioca en diciembre de 1848, entre las selecciones del norte del Xúquer y del Sur. Los primeros alinearon a Micalet de Riba-roja; El Paler de Torrent y Caragol de Benimamet y por los del sur: Roqueta de Penáguila, Cremades de Bellreguard y el Sagal de Petrer. Cuentan que Roqueta de Penáguila sufrió una torcedura de tobillo al jugar una pelota en difícil posición dada la gran cantidad de aficionados congregados en la calle y tuvo que ser el joven Sagal de 19 años quien condujera al triunfo a la selección del sur. Benifaió tenía 1.000 habitantes y la partida la presenciaron más de 4.000. El duelo duró tres días. Después ha habido centenares de desafíos, en calles y trinquetes. De estos últimos sería larguísima la lista pero nadie puede olvidar aquellos que Paco Genovés disputó de todas las maneras y especialmente los tres que jugó a la modalidad de raspall contra las figuras de su tiempo que abarrotaron los recintos de Benidorm, Oliva y Genovés. En todos venció Paco.