Para quitarse el sombrero. El Valencia Basket culminó ayer una primera vuelta de ensueño. Simplemente perfecta. El conjunto «taronja» ha concluido con el casillero de derrotas a cero tras haber ganado uno a uno a todos los equipos de la Liga Endesa. Gesta que cobra más valor teniendo en cuenta que ha derrotado en su pabellón a los dos colosos, Barcelona y Real Madrid. El de ayer fue la culminación de muchos meses de esfuerzo y trabajo y que deparó un partido vibrante, con emoción, de los que gusta ganar.

Los 150 aficionados desplazados ayer hasta Barcelona se lo pasaron en grande y la escena final donde los jugadores tras el choque salieron de nuevo a la pista a saludar a sus seguidores escenificó la comunión total que ahora mismo existe entre toda la familia del club valenciano.

El Valencia Basket ha demostrado que sabe sufrir pero sobre todo que sabe competir ante cualquier rival independientemente de una magnitud tan grande como pueda ser el Barcelona. Tras perder frente el martes ante el Limoges el del Palau era una prueba donde se iba a testar la capacidad de reacción de un equipo ante un escenario nuevo como era el de haber caído en un encuentro. El choque ante el Barcelona ha demostrado que la confianza sigue intacta y que el equipo cree en lo que hace.

El triple casi en la bocina de Satoransky puso en peligro un partido que el Valencia Basket manejó con una suficiencia insultante en la segunda parte. Pedro Martínez optó por no forzar una falta cantada y el checo anotó uno de esos triples que a cualquiera lo hubieran dejado noqueado. El Valencia Basket no se descompuso, todo lo contrario. Afrontó la prórroga como un grande. Siguió con su trabajo en defensa incansable y extenuante para el rival y encontró el acierto de Hamilton, Dubljevic o San Emeterio para asaltar el fortín blaugrana.

Primera vuelta histórica

Con la famosa racha ya en un segundo plano, el club «taronja», con la presencia de su propietario Juan Roig en la zona noble del pabellón catalán, ratificó que soñar con algo grande ahora mismo con este equipo no es ni mucho menos imposible, todo lo contrario, la puerta de la ilusión está más abierta que nunca y no hay que ponerse ni techo ni freno.

El Valencia Basket hizo de nuevo un guiño a la historia. Solo el Real Madrid de la temporada 13-14 logró acabar la primera vuelta con los guarismos de los valencianos. El equipo taronja afrontará además la segunda parte del campeonato como líder, hecho que solo había conseguido en dos ocasiones en la historia.

El choque arrancó con mucho respeto y un buen rigor defensivo. El conjunto «taronja» se mostró valiente desde el salto inicial con un inspirado San Emeterio que anotó el primer triple para los de Pedro Martínez y un Diot que otorgó una buena dirección de juego. El Barcelona se amparó en el buen hacer de Doellman y sobre todo de Tomic.

El croata fue una pesadilla en la pintura superando tanto a Dubljevic como a Hamilton, aunque en el apartado defensivo el montenegrino pudo forzarle dos faltas personales. Con dos acciones de 3+1, el Valencia Basket se marchó al final de primer cuarto mandando en el electrónico (21-23).

El segundo cuarto fue el más complejo para los de Pedro Martínez que sin estar a gusto en el parquet se encontraron con la mayor desventaja (40-29). El acierto desde el triple recondujo la situación al descanso (43-35).

Segunda parte brillante

Tras el descanso todo cambió. El Valencia Basket creyó en que podía ganar y lo demostró. Armado en su defensa, todos los jugadores tiraron del carro para superar a un Barcelona que intercambió su habitual papel de dominador a dominado. Xavi Pascual movió sus piezas a la desesperada. Estaba el ingente talento de su plantilla no le bastó. Satoransky llevó el choque a la prórroga tras un triple imposible que demandaba una falta a gritos. Dio igual. En el tiempo extra el Valencia Basket no bajó su nivel. Un canasta de Doellman dada inicialmente de tres puntos con tiro libre adicional llevó de nuevo el suspense.

Las voces desde el banquillo valenciano a los árbitros permitieron rectificar tras ver que claramente el ex «taronja» había pisado la línea del 6,75.

Gran epílogo para una victoria de cine. El Valencia Basket ya es un grande. Con merecimiento.