¿Cuál es su vinculación con la pilota?
Me crié cerca del trinquet de El Zurdo, pero yo vivía pared con pared con el trinquet viejo de Gandia, que estaba al lado de El Zurdo. Aunque luego lo derrumbaron. He jugado a raspall, pero también a escala.
¿La pilota tiene futuro?
No sé si tiene futuro, pero si no lo tiene lo tenemos que crear. Los valencianos tenemos muchas señas de identidad, desgraciadamente la inmensa mayoría polémicos, pero una que no crea ningún tipo de polémica y donde todo el mundo se siente cómodo es la pilota. Por tanto, estamos obligados a trabajar por su futuro y su supervivencia.
¿Qué se puede hacer?
Me gustaría diferenciar cosas. Cuando hablamos del declive de la pilota me parece que nos estamos refiriendo al mundo profesional. Porque luego el resto de actividades en el mundo amateur, con la creación de clubes y escuelas de pilota, con el proyecto de pilota a l´escola o de los juegos deportivos tiene una vitalidad muy grande. Hay muchas iniciativas. Primero para recuperar ese prestigio que tenían los jugadores de pilota y que supone que valga la pena ser pilotari profesional. Nos estamos planteando crear una fundación para ello. Pero aquí, de nuevo, han de tener relevancia las empresas y el mecenazgo. Hay muchas iniciativas.
¿Por ejemplo?
La ampliación de pilota a l´escola, que este año se va a incrementar en un 30%. La creación de un máster de pilota que permita que empiece a entrar en los planes de estudio y los currículos. Lograr el reconocimiento por parte de la Federación Española... creo que hemos logrado que se vuelva a hablar de pilota y que haya un movimiento de ilusión a su alrededor.
¿El acuerdo del trinquet de Pelayo es satisfactorio para usted (a finales del año pasado, José Luis López acordó comprar el histórico recinto por unos 600.000 euros al propietario de entonces, Jaime Amorós, con el compromiso verbal de las instituciones públicas de recomprárselo al empresario valenciano al ser considerado un bien de interés público)?
Al menos hemos conseguido recuperar, no ya la instalación, eso había mecanismos para que no se perdiera. Pero al menos sí una revitalización de su actividad. Eso lo tenemos que agradecer al empresario José Luis López. La propiedad es suya, pero hay un acuerdo o compromiso para que sea de titularidad pública en un periodo de tiempo por definir. Él no tiene prisa y eso también es de agradecer. Queremos que sea un centro de actividades alrededor de la pilota.
¿La Ciutat de la Pilota, en Moncada, ha sido un gran fracaso?
De momento sí. De totas las instalaciones programadas solo hay una y no terminada. Cualquiera que se haga esa pregunta le invitaría a ir un día y verlo, se hace una foto y se vé cómo está el resto. Da sensación de ruina. Desde esa perspectiva, sí es un fracaso. Pienso que es una buena idea, pero desgraciadamente es otro ejemplo de las cosas que se hacían y cómo se hacían. Se vendía más el impacto teórico del contenedor y no el contenido. Es decir, saber para qué se iba a usar eso. Se hicieron una obras y ahí se quedó todo parado como una muestra más de ese tipo de políticas. Nosotros, en estos presupuesto de 2016, hemos contemplado acabar el trinquete, que es la única instalación hecha, y finalizar el aparcamiento, que nos permitirá tener licencia de actividad. En estos momentos, no tiene licencia de actividad y eso no lo podemos permitir.
¿Entonces se han estado jugando partidas sin licencia?
Efectivamente. Por todo ello, lo vemos prioritario. Luego, hemos tenido reuniones para ver cómo se va finalizando el resto, sin marcarnos plazos. Nuestra evaluación es que hay unos 11 millones de euros invertidos y para acabarlo se necesitarían otros 10. Los frontones, por ejemplo, que sería el próximo paso, ya valen 3 millones.
Una pega de la pilota es que es muy masculina...
Sí. La actividad femenina hay clubes como Borbotó y tal que son ejemplares, en las escuelas de pilota cada vez hay más mujeres. Sí es verdad que el público continúa siendo más masculino, aunque se va igualando poco a poco.
