De nuevo el Limoges. El conjunto francés se ha convertido en la auténtica bestia negra hasta el momento del Valencia Basket. Ayer, como hizo hace una semana en la Fonteta, volvió a derrotar a los «taronja». Este nuevo choque perdido complica y de que manera la situación de la Eurocup para los de Pedro Martínez, que ya no tienen margen de error, y que deberá ganar la próxima semana en Grecia al PAOK y refrendarlo en la última jornada ante el Oldenburg en Valencia.

Una vez más el tema arbitral puso su pizca de polémica al choque. La defensa «Euroliga» del Limoges no fue frenada por un trío arbitral absorbido por el caluroso ambiente de la grada del Beaublanc, y que llevó incluso a pitar una técnica en la segunda mitad a los «taronja», que desató el enfado, y con motivo, del entrenador de los valencianos por un acción tan de cara a la galería.

El Limoges apeló desde el inicio a una de sus mejores virtudes, la intensidad para superar al Valencia Basket. El conjunto «taronja», pese a ello, contuvo bien los primeros minutos a los de Vujosevic con un buen trabajo en el rebote y sobre todo al acierto desde el triple. El equipo de Pedro Martínez con cinco triples convertidos en el primer cuarto, pasó de un 16-11 desfavorable a un 18-23 al finalizar el primer capítulo del choque. En el segundo cuarto, esa fortaleza de los de Vujosevic sí causó el efecto deseado. El Valencia Basket empezó a sentirse incómodo en la cancha del abarrotado Beaublanc, con pérdidas de balón y un bajón en el porcentaje de tiro, y en la capacidad reboteadora. Esto produjo una sequía anotadora para los valencianos que solo anotaron nueve puntos en este cuarto. Ante estas circunstancias el marcador se fue ampliando hasta llegar con un preocupante 39-32 al descanso.

En la segunda parte la tan esperada reacción llegó tras abrir la lata un triple de Rafa Martínez. Aprovechando una técnica al entrenador local, Vujosevic, endosaron a los franceses un parcial de 0-10 que aventuraba un panorama alentador al choque (43-46). Entonces llegó por un lado la reacción francesa, y la labor arbitral que con un técnica a los valencianos impulsaron a un Limoges que de estar con el agua al cuello consiguió con un parcial de 15-0 en los últimos instantes del tercer cuarto disparar su renta y poner contra las cuerdas a los valencianos (62-50).

Los últimos diez minutos, recordaron en ciertas fases a lo vivido en la Fonteta en el partido de la pasada semana. El Valencia Basket se dejó ir y el Limoges con un destapado Westermann y Boungou-Colo situaron renta de veinte para los suyos (80-60). El conjunto «taronja» apeló a su orgullo para intentar maquillar al final del choque el marcador pensando en el average dejando el 82-67 definitivo aunque hincando de nuevo la rodilla ante los franceses. esfuerzo extra para el futuro.