A un mes para las próximas fallas, hay unos valencianos que apuran el calendario, que realizan los últimos preparativos, ultiman todos los detalles, pero no pensando en la clásica fiesta valenciana, sino en la primera competición internacional de una nueva temporada deportiva en la que esperan seguir aumentando un palmarés que ocupa varias páginas y que incluye mundiales, Europeos, campeonatos de España... Vicente Lli (24 años) y Sara Moreno (26), tras ganar todo lo posible en 2015, con Copa del Mundo y Juegos Olímpicos Europeos, afrontan una nueva campaña con la clara intención de seguir siendo auténticos referentes mundiales en el mundo del aeróbic. Con esa idea viajarán en marzo a Francia para participar en la primera prueba de una Copa del Mundo en la que arrasaron en 2015 y que este año, además, servirá, junto a las de Tokio y Portugal, como preparación para el campeonato del mundo de Corea del Sur de junio.
Un calendario para el que entrenan cinco horas al día, siete días a la semana, y donde este año han dado una nueva vuelta de tuerca pues, además de en solitario y en pareja, van a competir también en trío junto a la también valenciana, Belén Guillemot.
Su entrenadora, Sara Lleonart, lleva con ellos desde que tenían solo 7 años, y tiene plena confianza en sus aptitudes: «Sara es trabajo y trabajo, es como una hormiguita que siempre lucha para conseguir su objetivo y por eso ha llegado donde ha llegado. Vicente es talento puro. Ha nacido para la gimnasia, y lo complementa también con mucho trabajo a diario».
«Es complicado desconectar»
Ellos pasan tantas horas sobre el tatami que cuando se les pregunta por qué les gustaría hacer fuera de él dicen «poder desconectar un día, tumbarnos en el campo y ver el cielo». Esto, que parece algo tan sencillo, es complicado para deportistas de su nivel que viven casi cada momento del día metidos en su modalidad y que, sin quererlo, lo llevan también a su ratos de ocio: «Quieras o no cuando sales de aquí sigues hablando de esto. Es complicado para nuestros amigos y parejas porque entre entrenamiento y viajes casi no nos ven, pero ya nos conocieron así y saben que no será para siempre». No, porque ambos tienen claro que, además de que en España no pueden vivir del aeróbic, la carrera deportiva es corta. Por eso ambos han estudiado Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, con másters incluidos, y tienen claro que quieren seguir vinculados al deporte cuando ya no puedan seguir coleccionando medallas.
No pierden la esperanza
Vicente y Sara han ganado ya todo lo posible, pero tienen la espinita de no haber competido en unos Juegos Olímpicos. De hecho, esta es una de sus principales peticiones; que el COI incluya este deporte en alguna edición. Su entrenadora indica que ya se están haciendo gestiones desde la Federación Internacional de Gimansia, pero lo ve complicado a corto plazo: «Es difícil porque la gimnasia ya tiene muchas pruebas y habría que sacar alguna para que entre el aeróbic, pero pensamos que también merece estar en los Juegos». Una esperanza sería que se pudiera incluir cuando el anfitrión sea uno de los países punteros a nivel mundial, como es el caso de Japón, con los juegos de Tokio 2020. «En países como Japón, China o Rusia los que se dedican a esto son profesionales, pero en España tienen que entrenar y luego tener algún trabajo para poder vivir», lamenta su entrenadora Sara.
Tras dedicarle tantas horas a entrenar, aseguran que su mayor satisfacción es cuando pasa la competición: «más que los resultados y las medallas, lo más gratificante son tus propias sensaciones. Saber que has entrenado 365 días para una fecha y que te ha salido como pensabas. Luego da igual que quedes primero o segundo, muchas veces es por pequeños detalles, pero tú ya estás satisfecho con lo que has hecho», explica Vicente.
