No siempre se puede ganar de manera brillante y jugando bien. Al final estas victorias suman lo mismo que las conseguidas haciendo un buen baloncesto y deleitando a la grada. El Valencia Basket volvió a ganar en Liga, tras caer la semana pasada en Vitoria, en un choque trabado, lleno de errores y donde la mayor virtud del Joventut, que eran los triples, se convirtió en su losa. Estímulo moral para el grupo de Pedro Martínez, que llegará a la Copa, en A Coruña el próximo jueves, como líder en solitario y con el brote anímico que siempre supone llegar ganando.

Y es que desde el comienzo, el Valencia Basket arrancó el partido sin la concentración habitual. Pese a que el Joventut afrontaba el duelo con las bajas por lesión de dos de sus jugadores más importantes en la pintura como Drame y Miralles, fue precisamente ahí, en la pintura, donde el conjunto verdinegro hizo daño a los taronja con mención especial para Suton,? que marcó la iniciativa desde el principio. Los de Pedro Martínez unieron su falta de acierto a las pérdidas de balón, hasta seis en el primer cuarto, para apenas anotar y jugar con criterio. Si esto se une a que el Joventut, con la salida de Suton de la pista, perdió capacidad anotadora, se llegó con un raquítico 12-10 al finalizar los primeros diez minutos.

En el segundo cuarto, el Valencia Basket consiguió la primera ventaja en el marcador tras triple de Shurna (12-13). Fue algo anecdótico porque el juego seguía sin ser fluido y por dentro el Joventut unió su hasta ese momento inexistente acierto exterior para volver a tomar el mando en el electrónico con ventajas que nunca fueron mayores de cuatro puntos (29-25). Individualidades de Hamilton y Dubljevic hicieron que los valencianos se fueran al descanso solo con un punto de desventaja pero con una mala imagen mostrada en la pista (31-30).

La segunda mitad no varió demasiado hasta que un inspirado Shurna con tres triples marcó un punto de inflexión en el encuentro para logar la máxima ventaja hasta el momento (40-49). Un buen trabajo continuo de los pívots permitió a los valencianos llegar con ventaja relativamente cómoda al acabar el tercer período (48-55).

El último cuarto tuvo emoción. Los verdinegros no le perdieron la cara al choque y con los triples de Paul y Suton, unido al desacierto exterior de los taronja, minimizaron la ventaja valenciana para dejarla a su mínima expresión (62-63). A partir de ahí imperó el oficio. Diot y San Emeterio tomaron galones para liderar al equipo y la obsesión de los de Badalona por sumar puntos desde el triple en un día no estuvieron inspirados (23% de acierto) impidió sus opciones de ganar el choque.