La tercera edición del Classic & Legends ya es historia, pero ha dejado de nuevos grandes momentos, vivencias únicas, amistades de esas que perduran y, ante todo, admiraciones mutuas, muchas fotografías y deseos de verse de nuevo en 2017. Levante-EMV reúne a varios apasionados de las motos, los coches, los camiones y las bicicletas antiguas para que cuenten por qué acuden cada año a este evento y qué sentimientos tienen hacía sus máquinas a las que algunos consideran como «nuestros hijos». Ese amor paternal, ya por sí solo, refleja la importancia que este tipo de vehículos puede llegar a tener para sus propietarios. Y el afán que los lleva a poseer cada vez más.

«Desde el primer momento que vi un Alpine en el Garbí, quedé enamorado. No paré hasta que conseguí uno, luego otro y ahora tengo cuatro». Estas palabras de José Vte. Edo Vázquez, presidente del Club Alpine de Valencia, son una muestra de la pasión que lleva a estos locos del motor a convertirse en auténticos expertos de lo antiguo, de lo clásico, de lo legendario. En la misma línea, Mique Navarro y Miguel del Valle, integrantes del club RD Yamaha de Valencia, contaban que tienen motos desde 1981 hasta los 90: «La gente se vuelve loca porque tenemos desde motos de serie tal y como salieron en su día, tratadas con mucho purismo. Hasta otras con material de hoy. La gente te pregunta sobre qué materiales has usado para restaurar, qué neumáticos puedes poner, dónde encontrar las piezas».

También sobre las dos ruedas, pero sin motor, centran todos sus esfuerzos Ramón y Nuria, de Bicicletes restore-it: «Nos hemos juntado con otro taller, aficionados y coleccionistas para exponer más de 60 bicicletas desde los años 40 hasta los 90». Ellos tienen algunas en venta, pero se cierran en banda a la hora de deshacerse de sus máquinas más preciadas, algo común entre los expositores del Classic & Legends: «Lo que más nos pregunta la gente es si las vendemos. Pero no, las que hemos traído son de nuestra colección particular, son nuestras joyas, nuestros niños».

Una de las novedades de este año era la mayor presencia de camiones. Así, desde Albacete y Madrid llegaron algunos apasionados de los míticos Pegaso como eran José Miguel y Antonio García, de Albacete: «Estamos contribuyendo a que la marca perdure y sus productos sigan restaurados y en las carreteras. Esto es una gran fiesta del motor multisector. A los que nos gusta este mundo nos encanta ver todo lo que hay y seguro que volveremos».

Entre las leyendas presentes en esta edición destaca uno de los mitos del motociclismo valenciano como es César Gracia. Desde el club RD proponen que el Circuit le dedique algún espacio aunque él, en un ejercicio de modestia, indicaba que «ha habido tantos pilotos valencianos buenos que es difícil que todos estemos representados». Él recuerda con cariño el día en que el propio Ricardo Tormo fue a su trabajo a conocerle: «Me dijo que yo era su ídolo y luego hicimos una gran amistad».