El próximo 21 de marzo en París la FIBA Champions League tendrá su puesta de largo. Lo que en principio tenía visos de ser una presentación con honores y abanderada con ligas y clubes de prestigio cada día va perdiendo más peso.

El Valencia Basket, que asistió el pasado mes de febrero a una reunión informativa de esta competición en Múnich, no estará en París el lunes pese a estar invitado. El club taronja por motivos de agenda no ha querido comprometerse y sus intereses estarán representados por la propia liga ACB que sí acudirá a la capital francesa. Sin ser definitivo sí que es una muestra de que los taronja, pese a no convencer plenamente sobre todo por el hecho de que la plaza directa tendrá que esperar un año, están decantados a seguir con la Euroliga.

Y es que desde el Valencia Basket se es sabedor que su presencia en París se interpretaría como una apuesta por la FIBA más seria, algo que no es así. A cada día que pasa la FIBA está viendo con preocupación cómo su proyecto de Champions League se va desmembrando poco a poco tras el anuncio de varios clubes de sumarse al proyecto de la Euroliga de Jordi Bertomeu.

La reunión del pasado lunes en Barcelona ha sido letal para los intereses de Patrick Baumann , secretario general de la FIBA, que tras un trabajo de captación en ligas de cierto renombre en Europa está viendo cómo finalmente y a la horada de la verdad no van a apostar por vincularse con ella la próxima temporada.

Francia, por medio de su propietario del Asvel Villerubanne, Tony Parker, anunció que los clubes franceses van a decantarse por jugar la Eurocup pese a que su Federación ha sido uno de los grandes apoyos de la FIBA. Es notoria esta decisión ya que precisamente la capital francesa acoge la presentación de la Champions.

En Italia, los clubes de Trento, Reggio Emilia y Sassari han firmado un contrato hasta 2019 con la competición de Bertomeu, desdiciendo a la Federación Italiana, mientras que en Alemania, los dos clubes más importantes, Bayern y Brose también se han desvinculado de la FIBA.

A nivel oficial España todavía no ha tomado una decisión. Será la ACB la que lo haga una vez acuda a la presentación de París y convoque posteriormente una asamblea general para comunicar su postura y a la postre de la de sus clubes.