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Escuela Guti Vinalesa-Rubio

"Tenemos niñas que ganan a muchos"

Hace unos días el exciclista Enrique Gutiérrez «Guti» presentaba la quinta temporada de un proyecto en el que forman a las futuras generaciones de las dos ruedas. Este año, además con el apoyo de la empresa Rubio.

"Tenemos niñas que ganan a muchos"

Mediados de los años 80, un entusiasta niño de Vinalesa deja por un momento la bicicleta, que lo acompaña a todos lados, y se pone, a regañadientes, a completar los ejercicios de su cuadernillo Rubio. Por aquel entonces José Enrique Gutiérrez no puede ni imaginarse que algo más de una década después formará parte del pelotón profesional junto a Armstrong y compañía y, mucho menos que, tras 30 años, volverá a una de esas aulas, con los mismos pupitres, pero ahora para presentar una escuela de ciclismo que lleva su nombre y que desde este 2016 recibe el patrocinio precisamente de Rubio.

Guti, como se le conoce popularmente, o el Búfalo, un nombre que le puso su masajista en el Kelme, atiende a Levante-EMV en su casa de Vinalesa. Ahí, rodeados por el maillot de líder del Giro, que llevó en 2010, y el del campeón de España contra el crono, que consiguió en 1997, repasa los cinco años de trayectoria de esta escuela que es ahora su vida, así como sus recuerdos como ciclista y sus deseos y previsiones de futuro.

Ahora, que se dedica a formar a chavales (es también seleccionador valenciano cadete y sub 21) y a gente de todas las edades, asegura que su momento más memorable encima de una bici fue cuando logró acabar segundo en el Giro de 2006, tras Iván Basso, pero matiza que lo mejor que le ha dado este deporte es otra cosa: «Creo que vale la pena por los muchos amigos que te quedan. Tras 13 años como profesional puedo decir tranquilamente que casi en cualquier país que vaya puedo contar con alguien». Él explica cómo ha cambiado todo, empezando por las comunicaciones. «Ahora, con las redes sociales los chavales siguen a los ciclistas. De repente viene mi hijo y me dice, «mira, Purito ha subido una foto al twitter», es increíble».

Guti recuerda que cuando él estaba empezando había un buen número de escuelas en pueblos de los alrededores del suyo, de las que ya no queda nada: «Hay gente que se está involucrando, como Garcelli, pero para llegar a los números de entonces aún falta mucho, sobre todo cuando ya te pones en categorías de cadetes y juveniles, hay un vacío muy grande todavía».

Desde hace cinco años, Guti pelea, junto al Ayuntamiento de Vinalesa, y ahora con el apoyo de Rubio, por devolver la dignidad desde abajo a este deporte, tan afectado por los escándalos de dopaje y por la crisis económica: «En mi época el ciclista estaba mejor pagado. Ahora lo están los líderes, los capos, pero luego hay una gran diferencia. Antes el ciclista medio estaba mejor que hoy». Esto es otro hándicap para que chavales como los que él forma puedan llegar algún día a profesionales. De hecho, cuando Guti estaba en activo podía haber 20 valencianos o más en el panorama profesional, mientras que ahora apenas hay cuatro o cinco: «Yo quise montar una escuela porque quería devolver de alguna forma lo que el ciclismo me había dado. Pero esto cada vez ocurre menos, no sólo por la mentalidad, tal vez algo más egoísta, de los ciclistas, sino porque tenemos cada vez menos profesionales». Él es consciente de que es también una cuestión estadística, así que cuando más niños y escuelas como la Guti Vinalesa-Rubio existan, más opciones habrá de que más lleguen a profesionales. Otro aspecto importante es la organización de carreras. En este sentido, Guti ve muy importante el regreso este año de la Volta a la Comunitat Valenciana. «Fuimos con los chavales y alucinaban de ver tan cerca a algunos de sus ídolos, de subirse a la caravana del Sky... eso les da muchas alas», asegura.

Otra peculiaridad de la escuela es que es mixta. Sí, porque si el ciclismo masculino está falto de ayudas, el femenino está bajo mínimos. Guti reconoce que los patrocinios de ellas no llegan ni al diez por cien y lamenta que el vacío al llegar a cadetes y juveniles sea aún mayor que para ellos. «En las edades que tenemos, de 6 a 14 años, apenas hay diferencias. Tenemos niñas que ganan a casi todos los chicos». Afortunadamente, cuentan con referentes como Anna Sanchis, a quien «admiran y siguen en las redes».

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