El Olímpic cerró el domingo su etapa más longeva en Segunda División B con el descenso a Tercera. Cinco años seguidos ha militado el conjunto setabense en la categoría de bronce, a donde volvió en 2011 gracias al ambicioso proyecto dirigido por el polifacético Alfonso Rus. En su segunda etapa en el Olímpic, se convirtió en presidente de todo: alcalde de Xàtiva, presidente de la Diputación de Valencia, presidente de la mancomunidad La Costera-Canal, presidente del Consorcio de las Comarcas Centrales de la Comunidad Valenciana, diputado en el Parlamento autonómico y presidente provincial del PP.

Lo dijo muchas veces: su sueño fue siempre ser presidente del Valencia CF. Pero Rus calmó sus ansias por dirigir un club de fútbol en el equipo de su ciudad (29.000 habitantes). Y no sin pocas pretensiones. Con el club se desplazaba incluso a los partidos más lejanos y los jugadores recuerdan haberlo visto llegar en su Ferrari a encuentros de juveniles con 20 espectadores.

El exalcade retomó el mando del Olímpic en 2005 con el objetivo que ya persiguió en su primera etapa, que no fue otro que convertir al club setabense en uno de los referentes del fútbol de la Comunitat Valenciana. Lo rescató en 1984 de Preferente y en 1988, con Benito Floro en el banquillo, estuvo cerca de clasificarlo para la promoción de ascenso a Segunda División. Un reto que sí había logrado, un año antes, el Alzira de Luis Suñer.

Tras otro paso fugaz por el palco de la Murta (1990-91), Rus regresó con fuerza a la presidencia del Olímpic en 2005. Mismo equipo, misma situación que 20 años atrás. Con el equipo sumergido en Regional Preferente, Rus comandó otra escalada histórica del club de Xátiva. En 2007 ya estaba en Tercera y cuatro años después (2011), el alcalde disfrutaba, con el puro en la mano, de otro regreso a la categoría de bronce, no sin librarse de los rumores sobre sospechosas actuaciones de algunos rivales. Su desafío de ascender al equipo a Segunda se confirmó pronto. Dedicó un presupuesto de 500.000 euros, un balance nada desdeñable en la categoría. Visto que el dinero no era suficiente, lo redujo a la mitad años después. Como presidente del Olímpic, tocó techo en la eliminatoria de Copa del Rey en la que el Real Madrid no fue capaz de imponerse en la Murta.

Tras nueve años al frente del club, Alfonso Rus decidió marcharse del Olímpic en mayo del año pasado. Ya había amagado con dimitir la temporada anterior, pero decidió mantenerse un año más en el cargo al no haber ningún sustituto. El varapalo electoral y su implicación en el caso Emarsa motivaron que su decisión fuese irrevocable. Sin su polémico mecenazgo, el histórico Olímpic (fundado en 1932) vuelve ahora a Tercera con objetivos indefinidos.