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Jorge Navarro dio ayer el salto que le faltaba para confirmarse como un serio aspirante a ganar el Mundial de Motociclismo de Moto3. El piloto valenciano firmó su primer triunfo en la competición con su victoria en el Gran Premio de Catalunya, que lo catapulta definitivamente a la lucha por el título. Escaso de referentes en los últimos años, el motociclismo valenciano se frota las manos con la irrupción del vallbonense. Con 20 años, y en su segunda temporada en la élite, necesitaba una victoria para advertir a sus rivales de que va en serio. Es segundo en la clasificación del Mundial, ahora a 44 puntos del líder, el sudafricano Brad Binder, su principal rival por la corona.

Mientras Héctor Barberá compite este año por entrar en el top 8 de la categoría reina, MotoGP, Jorge Navarro y el debutante Arón Canet se abren camino con fuerza en Moto3. El vallbonense ha reactivado la ilusión de la afición valenciana, que desde 2011 no veía a uno de los suyos disputar un título mundial. Fue Nico Terol y lo consiguió, además, en un festivo final de temporada en el Circuit Ricardo Tormo.

Hace solo dos meses, la madre de Jorge Navarro, Adela Sánchez, recalcaba que la mejor virtud de su hijo es que siempre tiene los pies en el suelo. Había firmado dos segundos puestos consecutivos en las carreras de Argentina y las Américas, en una evidente confirmación de su evolución.

Navarro, uno de los muchos pilotos formado en la Cuna de Campeones (la escuela del Circuit Ricardo Tormo), no se subió a una moto, para competir, hasta los 9 años. Pero su talento le permitió destacar rápidamente. Hace dos años, el potente equipo Estrella Galicia 0,0 apostó por él. Tras un discreto inicio del Mundial pasado, terminó peleando por el podio en todas las carreras. Fue elegido el mejor «rookie» del año. Con más experiencia, Navarro inició el presente curso sin esconder su objetivo: «Sería mentir decir que no voy a luchar por el título», ha repetido. Su evolución le ha hecho ganar prestigio en el circuito, donde ya está considerado como una de las promesas españolas más firmes. Y su grupo de fans sigue creciendo. El Fan Club es cada vez más numeroso. Se reúne cada carrera en el karting de la Pobla de Vallbona.

Con su triunfo, Navarro se sube por cuarta vez en lo que va de temporada al podio, se acerca al primer puesto y coge algo de ventaja con respecto al italiano Romano Fenati.

Si Jorge Navarro apunta maneras, también lo hace Arón Canet, la última apuesta seria del Estrella Galicia 0,0. Con solo 16 años, al valenciano se le ve cada vez más capacitado para luchar por el podio. El piloto de Corbera fue ayer sexto. A este ritmo, la temporada que viene, quizá, esté luchando con Navarro por el mismo objetivo.

Cuatro pilotos valencianos han sido campeones del mundo, con especial protagonismo de Ricardo Tormo y Jorge Martínez Aspar. El primero ganó el Mundial (80 cc) en 1978 y 1981, mientras que el alcireño ostenta cuatro títulos. Ganó tres de 80 cc en 1986, 1987 y 1988 y uno de 125 cc, también en 1988. Un año después, Champi Herreros saboreó la gloria (80 cc) pese a no haber ganado ninguna carrera en todo el año. Héctor Faubel y Héctor Barberá fueron subcampeones antes del título de Nico Terol, el último de un piloto valenciano.

Remontada inicial y valentía en las últimas vueltas

Pese a salir sexto, Navarro se coló entre los primeros ayer en Montmeló y marcó el ritmo a partir de la vuelta cinco. Primero, se creó un grupo de ocho pilotos entre los que destacaban el líder del Mundial, Navarro y Fenati y en el que estaba Canet. A seis vueltas para el final, cinco pilotos (Bastianini, Navarro, Fenati, Binder y Rodrigo) parecían que rompían el grupo. Un espejismo, pues a cuatro giros para la bandera a cuadros, los ocho protagonistas volvían a reagruparse. En esa lucha, el malayo Pawi (Honda Team Asia) se cayó solo, mientras que Rodrigo se pasaba de frenada en la curva modificada tras el accidente de Salom y perjudicaba a Binder, que en las últimas vueltas sería el protagonista de una remontada espectacular que beneficiaría a Navarro.

Con el accidente de un impetuoso Rodrigo en la penúltima vuelta y la remontada en la lucha por el podio protagonizada por Binder, Navarro tuvo la pista limpia para imponer su ritmo y llevarse un triunfo más placentero de lo esperado. El valenciano acababa con la hegemonía de Binder después de tres carreras.