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Entrevista

Ismael Vidal Soneira, «Fageca»: "Vuelvo para estar entre los mejores"

Hace nueves meses decidió parar por un dolor en el codo. Tuvo que operarse y la recuperación ha sido más lenta de lo esperado. Fageca (28 años), el pilotari que cuajó un 2014 casi perfecto, regresa el viernes al trinquet en la Pobla de Vallbona.

Fageca, antes de un entrenamiento el pasado viernes en el trinquet de Pelayo. germán caballero

Más que a la derrota, los deportistas temen a la amargura de las lesiones. Especialmente los pilotaris. Desaparecer de las partidas del día a día y de los grandes campeonatos desespera a las grandes figuras. Sobre todo si ese parón se alarga durante nueve meses y llega entre el final de una temporada inmaculada, plagada de triunfos, y el inicio de otra más que prometedora. Eso es lo que le ha pasado a Ismael Vidal Soneira, «Fageca» (Fageca, 28 años). Tras cuajar una actuación soberbia en el trinquet en 2014, en octubre de 2015 se dio un respiro debido a un persistente dolor en el codo. No se curó. Así que el pasado mes de enero optó por pasar por el quirófano y, desde entonces, la recuperación ha tenido altibajos.

Sin embargo, el viernes, el resto que lo ganó casi todo hace dos años vuelve a vestirse de blanco.

Lo hace en la Pobla de Vallbona, con Pere como acompañante y con una idea entre ceja y ceja: cerrar una etapa, dolorosa y triste, para reabrir otra, esperanzadora.

«Llega el final de este calvario. Estoy con muchas ganas de que llegue la partida, aunque las sensaciones no serán las mejores y el resultado me da igual. Lo que me interesa es que se acaben los dolores en el codo y que empiece una nueva era», explica el pilotari antes de uno de sus últimos entrenamientos en Pelayo, con la compañía de Soro III.

«Arrastraba molestias en el codo desde hace cuatro años. Tenía la lesión del ´codo de golfista´, una inflamación en la articulación que se me hizo crónica. Llegó un punto en que no aguantaba el dolor y tuve que parar. Hablé con el equipo del doctor Gastaldi, con el doctor Cañete, especialista en codos. Hice un tratamiento conservador, pero después de tres meses el dolor no se iba. El 19 de enero me operé», relata Fageca. «A los tres meses me salió un dolor en la punta del hueso, como si me quemara, me inflitré y fue bien. Hubo unas semanas en las que me veía jugando a mucho nivel, pero me volvió un dolor que ha ralentizado todo», afirma mientras se prepara la mano. «Estoy en condiciones de reaparecer y defender mi nombre. No seré el Fageca de 2014, pero sé que puedo volver a estar ahí. Tengo claro que no voy a volver para jugar de telonero. Si vuelvo es para jugar buenas partidas el sábado en Pelayo y eso me lo tengo que ganar. Si vuelvo es para estar arriba, entre los mejores. Si no, dejaré de jugar a nivel profesional. Me he marcado un nivel al que tengo que llegar y de ahí para arriba. Lo he hablado con mi padre y con Álvaro (de Faura), que me ha ayudado mucho, y eso lo tengo claro», se sincera el finalista del Individual en 2014.

Fageca tiene ganas de volver. No lo puede esconder. Lo ha pasado mal en el proceso de rehabilitación y necesita volver a sentirse pilotari. «Al principio estaba a gusto, era como unas vacaciones porque no era consciente del alcance de la lesión. Pero cuando pasa el tiempo, quieres volver y ves que el dolor sigue... Iba al trinquet, pero no mucho, porque me agobiaba. La gente me preguntaba, no sabía qué me pasaba. Y todo esto es mucho gasto: el dietista, el preparador, el gimnasio, los entrenamientos... Yo he cobrado una baja deportiva, pero todo te lo tienes que pagar tú», explica Fageca, que ha tenido en su mujer, Amanda, y su familia, el punto de apoyo que todo deportista lesionado necesita. «Sí, he llegado a pensar que no jugaría más, que no tendré el nivel de antes... Aquí se soporta mucha presión en relación a lo que ganas. No hay tanta repercusión, pero hay mucha presión. He llorado pensando que no volvería a jugar cuando en el gimnasio cogía una pesa de un kilo y no podía doblar el codo», subraya el pilotari, ilusionado con medirse cara a carac on los mejores jugadores del panorama actual. «Más que con la partida de la reaparición, he soñado con volver a jugar otra final. En momentos malos me he puesto partidas mías en Youtube, en Internet. Me las ponía para ver cómo le pegaba a la pelota, sin problemas ni dolor. Se me caían las lágrimas porque no sabía si podría volver a vivir algo así», confiesa.

Ha llegado el momento. El viernes vuelve Fageca.

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