El ya ex entrenador del CD Castellón, Kiko Ramírez, se despidió ayer de la afición en una rueda de prensa en plena calle, apoyado por el ex director general Jordi Bruixola, en la que se mostró «muy decepcionado» con los rectores de la entidad. Ramírez se despidió emocionado al grito de «Pam Pam Orellut».

Kiko Ramírez resaltó que las negociaciones por su renovación se rompen al ver «falta de confianza» debido a la presencia de «unas cláusulas abusivas», en las que el Castellón podía destituirlo en octubre si no estaba entre los 6 primeros clasificados o en diciembre si no estaba en zona de promoción de ascenso a 2.ª división B.

«Yo le informo al club de que eso no lo puedo firmar y que es mi sentencia de muerte», explicó Ramírez, quien añadió que le sorprende que «el club diga que no hay renovación por falta de un acuerdo económico».

«El club ha decidido no renovarme, aunque una persona externa al club me ofreció doblarme el sueldo para que me quedara. Es una persona que nos ha ayudado mucho este año», añadió.

Una vez finalizada la temporada y no habiendo conseguido el ascenso, Ramírez asegura haber vivido una temporada con muchas complicaciones. «Este equipo ha estado muchos meses sin cobrar, sigue estando sin cobrar junto a su entrenador y el equipo ha resistido con graves problemas y gente que se ha ayudado entre ellos. Es digno de admirar el mantener el ambiente competitivo con lo duro que ha sido el año», apuntó en ese sentido.

Actualmente hay futbolistas a los que se les debe hasta tres meses y en el fútbol base retrasos en las nóminas de hasta ocho mensualidades.

Sobre el CD Castellón destaca a su afición y las posibilidades de cara al futuro que tiene el histórico conjunto castellonense ya que «he visto al gigante despierto», a la vez que agradece el respaldo recibido: «Me llevo todos los mensajes de agradecimiento que me han llegado».

Ramírez se despide deseando buenos resultados al Castellón ya que «en pocos años estará en la Liga de Fútbol Profesional», aunque espera regresar «más temprano que tarde. Esto es un hasta luego. Estoy convencido de que volveré al Castellón».