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Pilota

La juventud toma el trinquet

La primera generación de pilotaris que no vio jugar a Genovés ya gana trofeos - Marc y Pere Roc son dos de los exponentes de la savia nueva que ha de renovar la pilota valenciana

La juventud toma el trinquet

«Muchos jóvenes creen que al trinquet sólo vienen los abuelos, pero eso es porque no han venido nunca a ver una partida», asegura Rodrigo. «Además, se piensan que todo se basa en las apuestas», añade Marc. Son dos de los jugadores con mayor proyección en la pilota valenciana. Dos restos con planta y maneras que han irrumpido en los trinquets y apuntan a lo más alto. No obstante, están preocupados por su deporte, por su profesión, y reivindican el papel de sus compañeros. «En el siglo XXI, los que más hemos cumplido con la pilota somos los pilotaris», aseveran alrededor de una mesa en la cafetería de Pelayo.

Rodrigo Sebastià Alonso tiene 23 años y es de Benidorm. La culpa de su vocación la tiene su abuelo, de quien tomó el nombre de Pere Roc. «Desde los seis años tenía claro que quería ser profesional», aclara. Hace unos días se proclamó campeón de la Copa Diputació de Escala i Corda. Tiene mérito para una jugador de la Marina Baixa, donde gusta más el juego de llargues.

Marc Gimeno es de Montserrat y tiene 21 años. Después de destacar en el equipo de galotxa de su pueblo, hace tiempo que comenzó a pisar el trinquet para jugar partidas contra las figuras. En su vitrina ya descansa el Trofeu Universitat de València.

Rodrigo y Marc, al igual que otros incipientes talentos como De la Vega o Marc de Murla, no vieron jugar a Genovés, pero representan la savia nueva de la pilota, necesitada de una regeneración en muchos aspectos.

«Los jóvenes nos llevamos bien, pero es como en todo, hay una fase de adaptación. Cuando pasa el tiempo y te adaptas y todo es mucho más relajado, al principio estás más callado ante los veteranos», explica el segundo Pere Roc. «Entrar en un vestuario con gente contra la que no has jugado nunca y que está por encima de ti, impone y da respeto. Pero poco a poco», señala Marc.

En este sentido, los dos pilotaris coinciden en que es más complicado gestionar la exigencia de los aficionados. «Cada uno tiene sus características y cada uno conecta con el público de diferente manera. Marc y yo somos luchadores hasta el final y eso creo que gusta. Siempre lo damos todo ahí dentro. Que luego te digan o no... pues como a todos. Seguro que si no la paso al ´rebot´ dirán que soy un burro. Pero jugar no es sólo vestirse, también hay que saber estar», destaca el de Benidorm. «Llegar a jugar buenas partidas es difícil, tienes que ganártelo. No puedes hacer tres partidas buenas y tres malas, has de ser constante», argumenta el de la Ribera.

En su caso, una las metas que se plantea es llegar a las semifinales en el próximo Individual. «Con eso estaría contento». Reconoce que Puchol II y Soro III están un peldaño por encima. «Hay que intentarlo, dar la talla y que les cueste».

Eso sí, tanto Rodrigo como Marc reconocen que la pilota debe cambiar para sobreponerse a la actual situación. «Si la gente viene a una buena partida, repite, pero no sabemos venderlo, no sabemos hacer lo que se valore este espectáculo. Tengo la ilusión de que esto mejore y cambie. No sé quién ni cómo serán los cambios que hay que hacer. Yo creo que hacemos bien nuestro trabajo y más no podemos hacer», remata Pere Roc II. «Hay mucha gente que practica este deporte y hay mucho nivel. Sólo hace falta saber cómo ofrecérselo a la gente», secunda Gimeno. Quizá el primer paso es que los jóvenes tomen el trinquet.

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