El rugby regresa a unos Juegos Olímpicos 92 años de que EEUU se proclamara campeón en París, 1924. Por aquel entonces el mismísimo fundador de los Juegos modernos y presidente del COI, Pierre de Coubertin, hizo todos los esfuerzos posibles para que esta disciplina se mantuviera. Con su salida como máximo mandatario del COI el rugby empezó una decadencia olímpica que lo ha mantenido apartado, por diversos motivos, hasta estos Juegos de Río.
En todas estas décadas el rugby se ha extendido por el mundo y España, sin ser una gran potencia, ha conseguido este año todo un hito como es clasificar tanto a su equipo masculino como femenino para Río. Allí, con la máxima ambición, estarán tres valencianos como Matías Tudela, César Sempere y Javier Carrión. El primero de ellos, el único de la provincia de Valencia, es, además, el capitán de este combinado que se clasificó tras ganar, contra todo pronóstico, el preolímpico de Mónaco con triunfo en la final ante Samoa: «Fue de infarto, ganamos con un ensayo sobre la bocina. Ellos eran un país volcado con el rugby porque era su opción olímpica».
Además, en febrero, Tudela y sus compañeros fueron protagonistas en medio mundo por su heroísmo en el ciclón de Fiyi donde ayudaron a la población construyendo diques con sus propias manos. Él recuerda bien esos momentos, así como todos los esfuerzos que han tenido que hacer, en la sombra, sin que casi nadie les hiciera mucho caso, para llegar a desfilar el día 5 en la ceremonia inaugural: «Tras la clasificación, no fui consciente de lo que estaba pasando hasta varios días después. Es una locura, todas las horas de entrenamiento y sacrificio valen la pena por este premio», indica.
Una vida dedicada al rugby
La pasión de Tudela por este deporte no es casualidad. Su padre ya era jugador y él se crió en los campos: «Él intentó que me interesaran otros deportes, pero lo mío era el rugby, con 7 años ya estaba con la equipación». Ahora, a sus 31 años, regresa al equipo que lo vio crecer, el Tatami, después de haber competido como profesional en Escocia y de ganar títulos con el CRC Madrid: «Espero devolver al club y a los más pequeños todo lo que he aprendido fuera», confiesa. Otra gran ilusión es que, gracias al tirón de los Juegos, la gente se acerque a este deporte: «Estoy seguro de que España se va a enamorar del rugby cuando vean por televisión lo espectacular que es. Ojalá en septiembre vengan más niños a apuntarse y más gente a vernos».
