Sergio García vuela sobre las ocho ruedas de sus patines. Con sólo 18 años, este joven valenciano se proclamó ayer campeón de Europa de patinaje en velocidad en la modalidad de 100 metros esprint (en línea recta). García se impuso con solvencia a sus rivales en la gran final: el alemán Ron Pucklitzsch y el suizo Lukas Ilda, en segunda y tercera posición, respectivamente.

De esta manera, el precoz patinador, todavía en edad «junior», se alzó con la medalla de oro en el campeonato europeo que se disputa en la ciudad neerlandesa de Heerde. Un triunfo que le afianza como favorito para el próximo campeonato del mundo de la disciplina, en Pekín durante el próximo septiembre.

«Estoy muy contento. Tanto en las series, como en la semifinal y en la final he podido mejorar los tiempos. Ha ido todo muy bien», resaltaba ayer un emocionado Sergio García a este periódico. No es para menos. Su victoria en Heerde supone otro paso adelante en la carrera sobre los patines del valenciano, quien, pese a su juventud, cuenta en su palmarés con numerosos títulos nacionales en categorías inferiores. Ahora, su nombre también es internacional.

«Patinaba antes de ir a catequesis»

Aunque García vive en Valencia, desde este año compite con un equipo de patinaje vasco, el Colegio El Pilar Marianistas de Euskadi. Se trata del mejor club de España en este deporte. «Siempre he querido mejorar y esta era la mejor opción», señala al respecto García.

No obstante, sus inicios sobre las ruedas se dieron en la ciudad de Valencia. En concreto, en el patio de su colegio, el Esclavas de María. «Patinaba mientras hacía tiempo para ir catequesis. Había empezado a jugar al fútbol, pero me dijeron que lo hacía bien y Elena Sánchez me dio las primeras clases de patinaje. A partir de ahí participé en juegos escolares y me inscribí en un club de Picanya. Patiné allí hasta que nació el club Ciudad del Turia, a raíz de las pistas en Beteró. Allí me he formado durante cuatro o cinco años, hasta ahora», resume el patinador más veloz de Europa.

Por último, García lamenta que el patinaje de velocidad sobre ruedas, a diferencia de lo que ocurre con el patinaje sobre hielo, no se contempla como deporte olímpico. «Al no ser olímpico casi no hay becas y apenas hay patrocinadores. Los únicos patrocinadores son los padres», explica.

García compite hoy en la prueba de maratón —más de 42 kilómetros sobre patines— con la esperanza de hacer un buen papel. «A ver qué pasa, pero no es mi especialidad», apuntaba ayer.