A Sergio García su precoz talento le valió el apodo de «El Niño» cuando irrumpió en el golf profesional hace casi veinte años en los que ha construido una madura y brillante carrera y ha perseguido un «grande» que ahora tiene la opción de lograr con un nuevo cuño: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Pese a ello, en una entrevista con Efe antes de viajar a Río de Janeiro, se mostró consciente de que la competencia será muy numerosa, aunque el premio en forma de medalla, asegura que merece la pena.

«Creo que no hay ningún deporte como el golf en el que haya tantos competidores que tengan opciones de ganar una medalla. Yo tengo las mías, por supuesto. Supondría algo muy especial e importante en mi carrera, seguro», apunta el castelllonense.

«Llego en un buen momento»

El golfista de Borriol asegura que llega «en un momento muy bueno» y «orgulloso» de la «consistencia» que ha demostrado durante todos estos años. Hace menos de tres semanas logró ser quinto en su vigésima participación en el mítico British Open.

Además de la competencia, otro de los obstáculos a los que deberá hacer frente, aunque en este caso será algo compartido, será la novedad de un campo diseñado para la ocasión en la Reserva de Marapendi, al sudoeste del centro de Río.

«No conozco el campo, pero creo que no habrá muchos jugadores que lo hayan jugado con antelación. Tenemos tiempo para examinarlo», destaca el valenciano.

La Ryder Cup

El regreso del golf a los Juegos Olímpicos tras más de un siglo de ausencia permitirá a Sergio García representar a España, algo que le ha hecho obviar el peligro que pueda suponer el virus del zika y que le permitirá ahondar en las sensaciones que tiene cuando juega para Europa en la Ryder Cup.

«Es una buena manera de verlo. Sí, pueden ser sensaciones parecidas e igual de especiales. Al fin y al cabo, cuando estoy en la Ryder represento a Europa, por supuesto, pero yo también siento que estoy representando a España», afirma el golfista valenciano.