El mes de septiembre se acerca y con él un acontecimiento único, los Juegos Paralímpicos, que volverá a batir todos los récords de participación, cobertura y repercusión. Río, como ya hiciera con los Olímpicos hace unos días, se va a volcar con esta cita inédita en Sudamérica y hasta allí viajarán 18 deportistas valencianos que parten con las máximas ilusiones y aspiraciones para seguir coleccionando medallas. Sí, porque 10 de estos 18 valientes ya saben lo que es subir al podio en unos Juegos. Es más, acumulan ya un total de 27 medallas. La experiencia y la calidad de los valencianos es indiscutible. Todos y todas trabajan a diario para mejorar en sus disciplinas y lo suelen hacer en silencio, quitándose tiempo a muchas otras cosas y siempre con la ilusión de darlo todo cuando se encienda la antorcha.

Esta olimpiada, además, ha sido muy especial para 13 de ellos porque forman parte de la primera generación del proyecto FER («Foment Esportistes amb Reptes») de la Fundación Trinidad Alfonso que los apoya tanto económica como psicológicamente a seguir progresando: «Hay que agradecérselo porque gracias a ellos podemos llegar a lugares que no podríamos como concentraciones, competiciones internacionales, material... No solo es el apoyo económico, sino el social. Somos como una gran familia», indica el lanzador de jabalina Héctor Cabrera que afronta su primera cita paralímpica.

Bucear en las historias de gente como David Casinos o Ricardo ten, los auténticos abanderados del paralimpismo valenciano, es un ejercicio de admiración y asombro. Entre ambos acumulan siete oros en los Juegos (tres del nadador Ten y cuatro de Casinos). Son, tal vez, los más mediáticos pues , además, suelen impartir conferencias, como las de concienciación ante la diabetes de Casinos, quien se quedó ciego por esta enfermedad. Pero también son el espejo en el que se miran los demás paralímpicos valencianos y españoles.

La colección de medallas valencianas va mucho más allá. De los que ya tienen experiencia paralímpicas todos, menos la tenista Lola Ochoa, se han colgado ya una medalla. De este modo, el maratoniano Abderraham Ait logró la plata en Londres, el nadador Vicente Gil tiene dos platas y un bronce, o la judoca Mónica Merenciano que ya tiene tres bronces en su palmarés. Todo ellos aspiran a subir a lo más alto del podio por primera vez en su carreras.

Cinco récords mundiales

También habrá que poner mucha atención en otro atleta como Santiago Sanz. Es, junto a Casinos y ten, el más laureado a nivel internacional. Hoy por hoy no tiene parangón cuando de competir en una silla de ruedas se trata. No en vano ha conseguido en su carrera 13 récords mundiales y actualmente es el plusmarquista mundial en cinco disciplinas (1.500, 5 km, 5 km ruta, 10 km y medio maratón). Ahí es nada. A este alicantino se le diagnosticó la enfermedad neurológica de Charcot Marie Tooth, se quedó en silla de ruedas con 17 años y desde entonces se planteó ser deportista profesional algo que, con mucho esfuerzo y dedicación, está consiguiendo.

Otros deportistas que ya saben lo que es desfilar en unos Juegos son los nadadores Jose Antonio Marí, bronce en los 50 metros libres S9 en Londres. Así como David Levecq que fue plata en los 50 y 100 metros libres de Atenas y repitió metal en los 100 metros mariposa de Pekín. O también el jugador de fútbol sala José Luis Giera que subió al tercer escalón del podio en Londres.

Siete debutantes

Río será la oportunidad para debutar de los otros siete deportistas valencianos. El ciclista Maurice Eckhard, la nadadora castellonense Ariadna Edo, los regatistas Héctor Álvarez y Manuel Gimeno, el atleta y jugador de fútbol sala, Sergio Alamar, el más joven de todos (16 años), la jugadora de boccia Desirée García o el ya citado Héctor Cabrera se fijarán en «los mayores» para aumentar la colección de medallas valencianas y para seguir demostrando que el deporte no tiene barreras.