Orlando Ortega se confirma como el diamante ya pulido del atletismo español. Ortega, plata olímpica en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, se impuso en la prueba de Bruselas para confirmar el segundo diamante del deporte español en 2016.

El velocista, que entrena en Ontinyent, firmó ayer un tiempo mejor que el de la final olímpica con 13.10 segundos -aunque tampoco le habría valido el oro entonces- y se impuso en la general a los franceses Pascal Martinot-Lagarde y Dimitri Bascou por una diferencia de más de 30 puntos.

Con este triunfo, Ortega se suma al éxito de Ruth Beitia, que tras el oro olímpico de Río, conquistó la Liga de Diamante en la anterior cita de la Diamond League.

Con victorias en Roma, Mónaco y Lausana, el español corrió sabiéndose ganador del diamante en la prueba, ante la ausencia del campeón olímpico, el jamaicano Omar McLeold, por desavenencias financieras con los organizadores.

Así, el gran reto de Ortega, nacido en la localidad cubana de Artemisa hace 25 años, pasaba por consolidar su triunfo con una cuarta victoria y por marcar un buen tiempo en el estadio Rey Balduino de Bruselas, tras haber batido el récord de España en Mónaco el pasado mes de julio (13,04).

Sin derribar ninguna valla, paró el crono en 13,10, que le valió el oro por delante de los franceses Pascal Martinot-Lagarde (13,12) y Wilhem Belocian (13,32).

Ortega logró la plata en Río con un tiempo de 13,17 segundos, 24 centésimas por encima de su mejor marca personal (12,94 segundos, con nacionalidad cubana) y 12 centésimas más lento que McLeold, que paró el crono en 13,05 segundos. España nunca había conseguido dos victorias finales en la misma edición de la Diamond League.

En las pruebas de velocidad, la jamaicana Elaine Thomspon, oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en los 100 y los 200 metros, confirmó su dominio al adjudicarse la Diamond League 2016 en los 100 con una marca de 10,72 segundos y récord del mitin de Bruselas.

En una noche con buena temperatura y sin viento, Thompson se quedó solo a dos centésimas de igualar su mejor marca personal de 10,70 segundos en un año excepcional en el que se ha convertido en la primera mujer en lograr el oro olímpico en los 100 y 200 metros en los mismos Juegos en 28 años, desde que en 1988 lo lograra la estadounidense Florence Griffith-Joyner. La holandesa Dafne Schippers, fue la única otra corredora que paró el crono antes de los diez segundos (10,97).