Miriam Roselló se interesó por el triatlón desde bien pequeña, toda su vida ha girado en torno a él; su madre, novio, hermano y amigos han seguido su camino y se han aficionado también a este deporte. Pero hace poco más de un año recibió un duro golpe. Fue el 23 de agosto de 2015 en el triatlón de Burriana. Durante la prueba tuvo molestias en el pecho y, al terminar la competición, empezó a encontrarse mal. Acudió al servicio de urgencias y, tras un electrocardiograma, le diagnosticaron un infarto. «El susto fue enorme, con 24 años y deportista, un infarto era incomprensible». Permaneció varios días en la UCI y, tras varias pruebas, los médicos concluyeron que lo que sufría era una miopericarditis. Esto provocó que se perdiera el Valencia Triatlón 2015 aunque gracias a sus compañeros estuvo presente en diferentes camisetas de ánimo y pancartas como la que hizo su novio Emilio Aguayo, incluso el vencedor de la prueba y amigo suyo le dedicó el triunfo, al igual que hizo la vencedora de la categoría femenina.

Tras salir del hospital, Miriam sabía que la recuperación sería larga, pero en su cabeza solo tenía un pensamiento: volver a entrenar y a competir en el deporte de su vida. Algunos médicos le recomendaron no volver a hacer deporte, otros que su recuperación fuese poco a poco y, tras estar nueve meses parada, a principios del pasado mes de agosto se sometió a una prueba de esfuerzo que fue positiva. «Un viernes me dijeron que ya podía volver a hacer deporte y ese mismo domingo participé en una competición», añade la atleta.

Su vuelta a la competición fue en el Triatlón de Nules, donde acabó segunda, a escasos kilómetros de la prueba de Burriana. Asegura que no tiene prisa. «No corro mucho aún, en natación estoy bastante fuerte y en bicicleta estoy cogiendo ya la forma, pero aún me queda», afirma. La clave para su pronta recuperación ha sido el apoyo de su familia y de sus amigos, pero sobre todo el de los niños paratriatletas de la escuela Avant-Moncada donde les entrena. «Son maravillosos, gracias a ellos saqué las fuerzas para salir adelante».

Su esfuerzo y constancia le han permitido llegar en plena forma al Valencia Triatlón 2016 del pasado fin de semana, además lo hizo por partida doble, ya que el día 10 debutó en el Triatlón de la mujer junto a su madre. «Desde pequeña me ha acompañado a todas las competiciones y teníamos muchas ganas de hacer uno juntas el año pasado. Por desgracia no pudo ser, pero esta vez sí». Ambas marcaron el mismo tiempo 01:01:56, entrando así a la vez en meta. Miriam también se atrevió con la prueba olímpica al día siguiente: cruzó la línea de meta en un tiempo de 02:27:50 quedando así en el puesto 14, algo que demuestra que está de vuelta.