Mucho antes de que existieran las leyendas de Juliet, Rovellet, Eusebio o Genovés existieron las de Bandera, el Roig de Alcoi, con su apelativo de «Aquiles de la pilota», el Moliner de Alboraia, o el Xiquet de Llanera. No podríamos presumir hoy de una selección valenciana campeona de Europa y del mundo si el juego a Llargues hubiera desaparecido, como a punto estuvo de hacerlo en los años sesenta y setenta.
Tras años de intenso trabajo en tierras valencianas, por gentes enamoradas de la más antigua de las modalidades del Joc de Pilota, los mejores clubes europeos se citarán el próximo fin de semana en tierras euskaldunas, convocados por la CIJB. Coincide la fecha con uno de los grandes desafíos que ha recogido la historia escrita de la pelota vasca.
Cuentan las crónicas que era tanta la cantidad de dinero previamente apostado en aquel duelo que las autoridades de la época, atendiendo al derecho foral, decidieron suspenderlo. Iban a participar nada más y nada menos que las dos mejores selecciones de las tierras vasco-navarras. Entre ellos el legendario, Juan Martín Inda, «Perkaín», de la localidad bajonavarra de Aldudes, en territorio administrativo francés. El pelotari alcanzó tanta fama que fue protagonista de canciones populares, obras dramáticas y hasta una ópera: Perkain Le Basque, estrenada en 1931.
En el desafío de Oiartzun jugaban con Perkain, Simón de Arraioz, Xiquito de Gozueta y Xiquito de Andoain contra El Estudiante de Aranaz, Chinchoa, Xiquito de Sara y Tolosa de San Sebastían.
El alcalde de la localidad guipuzcoana utilizó una triquiñuela legal para permitirlo: certificó que el partido que se iba a jugar era otro diferente al prohibido. Cuando Perkain era el ídolo de los vascos, en el viejo Reino de Valencia destacaba Roig d´ Alcoi, pelotari que participó en el legendario desafío disputado en Llombai en presencia de la máxima autoridad militar de Valencia, el navarro General Elio. Solo sabemos que compartió cartel con Bandera, Clarí y el Nene. Ni referencia de fecha de la partida, ni crónica escrita, ni narración literaria, ni ópera dedicada al «Aquiles de la Pilota». Esa es la historia comparada de la pelota vasca y la valenciana.
En tierras vascas apuestan por recuperar el juego de Bandera y el Roig de Alcoi, de Llanera, de Perkaín y Bautista de Arraioz, el juego que creó novelas y óperas Seguramente esta Champions es también el mejor homenaje que se le puede tributar a Álvaro de Tibi que ayer recibía el premio 9 d`Octubre. Los clubes de Parcent, Benimagrell y Agost representarán a los valencianos en el torneo continental.
