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Dos jugadores, medida insuficiente

Dos jugadores, medida insuficiente

Un valencianista de apellido ilustre, en el Valencia se entiende, me dijo este verano que la afición se había tornado mansa. Que ya no había las disconformidades que ese expresaban en otros tiempos. Contra los directivos ya no hay una sola pañolada. Ni se le piden los duros como al recordado Arturo Tuzón, ni se ponen en solfa las ventas de jugadores importantes como se hacía con Manolo Llorente. Con éste, al menos, se salvaba la economía del momento y se reducía la deuda. Contra el proyecto venido de Singapur no hay rebeldía. Hay tanta bondad, tanta resignación, que se admite que al equipo le faltan sólo dos jugadores de entidad, lo que supone que todo el resto, la tiene. Salvo excepciones.

Decía Cayetano Ros que urge la contratación de dos futbolistas y Cesare Prandelli opina igual. Siento discrepar. La plantilla necesita más jugadores de entidad. No porque haya que aspirar a las grandes epopeyas, sino porque existe la necesidad de mantenerse en Primera ya que el equipo actual es inferior al que descendió.

Lo que ha hecho el señor Lim, en connivencia con su socio Jorge Mendes, no lo habría podido soportar un ciudadano de Valencia. Le habrían dicho de todo en el palco, por la calle y en el café. Con éste no hay caso porque siempre viene de incógnito. Todavía estamos esperando que, al menos, acepte a una conferencia de prensa para que los medios valencianos le puedan preguntar y él se pueda manifestar, aunque sea en broma, como es el asunto de la terminación del nuevo campo.

No hay buen defensa sencillamente porque dos de los mejores de Europa, Otamendi y Mustafi, han sido vendidos. No existe buen centro del campo porque los que podían servir, Gomes, pese a ser «coll gelat» y Fuego, que daba siempre su valor en cada partido, también han desaparecido. Falta un nueve porque Negredo, que no daba el rendimiento adecuado, y Alcácer, han salido del club. Enzo Pérez es jugador del que se puede disponer poco dada su tendencia al tarjeteo y, consecuentemente, a las sanciones. Pagar veinticinco millones de euros por él fue auténtico despilfarro.

Dos futbolistas podrán ser un apaño, un parche Sor Virginia, pero de ahí no pasará. En el mercado invernal es muy difícil encontrar dos piezas de auténtica valía. Los deberes se hacen durante el verano y, como cantó García Pitarch, las necesidades se cifraban en hacer caja, ingresar cien millones para que el «caballo blanco» se sintiera satisfecho. Suso tiene que demostrar que tiene buen ojo. O que les pida consejo a Monchi o a Antonio Cordón, ahora en el Mónaco, que tendrán alguna solución. Las de Mendes ya se sabe que no lo son.

Posdata. Lim vende antes que comprar. Veo a Jaume fuera del club. Alves no se va y Ryan es cosa de Mendes.

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