La mañana acaba de empezar en Cheste, los pilotos se preparan para los últimos entrenamientos previos a las carreras. Hay muchos nervios, del que lucha por ganar, del que quiere escalar puestos en la clasificación, de los que debutan... Entre estos últimos se encuentra un joven valenciano, otro más que se suma ya a la larga lista de pilotos que saben lo que es competir en el Mundial. Se trata de Vicente Pérez quien, a sus 19 años se subió ayer a su moto con todas las ganas y la ilusión, a pesar de que arrastraba todavía dolores en su espalda por la aparatosa caída que sufrió en la primera vuelta de los entrenamientos oficiales.

Ayer, en su box, la expectación y la tensión eran las notas dominantes durante la carrera. Poco antes, sus amigos y la gente de Peugeot, equipo con el que competía, le habían dicho que se lo tomara con calma, que era un día para disfrutar y aprender. Y eso hizo.

El piloto de Cullera realizó una discreta salida en la que pasó del puesto 21, en el que partía, a casi el último, pero, como él mismo indicaba, logró recuperarse: «He salido casi el último, pero luego fuí remontando. Alcancé a Locatelli, pero Canet llegó a mi altura cuando estaba cerca de Ono, me molestó un poco al adelantarme, y ahí empezó a cogerme Locatelli porque yo tenía problemas con la rueda trasera desde la primera vuelta». Los problemas en la salida de Canet, quien había marcado la pole, hicieron que se viviera un bonito duelo durante algunos minutos entre él y Pérez: «Creo que me ha venido bien correr un poco junto a él, porque siempre se aprende», indicaba Pérez.

Antes, en el box, su gente aplaudía a medida que iba remontando. «Vamos, ya tienes ahí a Locatelli, ahora a por Ono, aunque está algo lejos», se podía escuchar en ese pequeño recinto a pie de pista donde, por momentos, llegaron a haber más de 30 personas.

Sobre las pantallas, la carrera iba evolucionando. Unos se acercaba a ver los tiempos de vuelta y la distancia entre los que rodeaban a Pérez, otro mantenían su mirada fija cada vez que cambiaban los registros en cada vuelta para ver la posición de su piloto. Del «ya tiene ahí a Ono» se pasó al «que lástima, lo ha vuelto a adelantar Locatelli». Al final, hubo aplausos cuando regresó al box y su mánager, Tomas Llopis, se mostraba satisfecho, aunque comentaba que Canet se había llevado consigo a algunos de sus rivales y esto le había hecho perder algunos puestos.

Por su parte, Pérez valoraba su buen ritmo: «Lo importante es que por vuelta rápida estaba en tiempos de estar luchando por los puntos». Y reconocía que el trabajo había salido bien. «He conseguido mi objetivo que era acabar la prueba y ahora tengo que preparar la carrera del próximo domingo que también es importante». No en vano, va a luchar por lograr la victoria en la última prueba del CEV Repsol donde corre con KTM: No tengo nada que perder ahí, voy a ganar y a por todas».

Tras esa carrera final en el CEV, el futuro de Pérez es una incógnita. Quien sabe, tal vez el año que viene se esté peleando por los circuitos del mundo en Moto3, pues ahora ha corrido sustituyendo a John Mcphee y su mánager está negociando con Peugeot para conseguirle una plaza y seguir progresando en 2017.