Choque eléctrico e igualado como era de esperar el que ofrecieron desde el inicio valencianos y vitorianos. Con defensas al límite de los legal, las canastas eran meritorias, mientras que los errores eran fruto del buen trabajo defensivo de ambos equipos. De esta manera, Pedro Martínez sorprendió con un cambio con apenas dos minutos de juego: Sikma fue sentado para que jugara Thomas. Kravtsov, integrado casi de manera definitiva, fue el amo de la pintura, y se mostró superior a todo un número 1 del draft como Bargnani, lo que permitió a los valencianos llegar al final del primer cuarto con mínima ventaja (17-16).

En el segundo período, los taronja mejoraron en tono defensivo, lo que provocó un apagón anotador en los de Sito Alonso. Así, los de Pedro Martínez, tras un triple de Diot, conseguían su mayor ventaja hasta el momento (27-19). Larkin, que fue el mejor de los vitorianos, comenzó su particular duelo con el jugador francés. El Valencia Basket, echando mano de temple y trabajo, mantuvo una ventaja interesante al descanso (41-32).

Como en los últimos encuentros, Pedro Martínez optó por dar entrada en la pista a Van Rossom con el objetivo de que el belga siga su particular puesta a punto. Espoleado por su buen encuentro en Rusia ante el Lokomotiv Kuban, la exigencia del choque sobrepasó al base, y así la renta taronja se dilapidó mediado el tercer cuarto (44-42).

El Valencia Basket, en una inercia algo negativa, encontró en Oriola el efecto para volver a emerger. El catalán anotó y sobre todo contagió de energía a la grada y a sus compañeros para volver a poner tierra de por medio. Un mate suyo por encima de Diop y Vogihtmann hizo que el recinto de los Hermanos Maristas se viniera abajo (59-52). Las pérdidas de balón, 20 en ese momento, no hicieron mella en un Valencia Basket, que pasaba por encima de los de Sito Alonso con un cuarto por jugar (68-58).

Con el partido en vilo, llegó la esencia que envuelve siempre un partido igualado, intenso y con dos equipos afanados en pelear por el triunfo. Ese ingrediente fue la polémica. Los colegiados señalaron una más que discutible técnica a los taronja, la tercera en total durante el encuentro, que metió de lleno al Baskonia en el choque. Un triple de Larkin ponía las cosas como al principio y con dudas de cómo iba a ser el desenlace (73-73).

Era la hora de los valientes y emergió el capitán Rafa Martínez. Suyo fue un triple de los que pocos se atreven y que volvió a espolear a los suyos para dar un nuevo estirón en el marcador (83-75). Con Diot en estado de gracia y asumiendo el liderazgo de los suyos, fue más decisivo que Larkin y decantó el choque. Un final alargado por la enorme cantidad de tiros libres lanzados selló una más que meritoria victoria para los valencianos, que se dieron un baño de autoestima por una triunfo de calibre que vale y mucho.