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Rugby

El rugby valenciano busca gente de peso

En el deporte del balón oval, la palabra «gordo» no es peyorativa. Más bien todo lo contrario. Se usa de forma cariñosa para denominar a los delanteros, un factor diferencial en el juego. Como la melé. En el rugby actual, son una expecie en extinción. Los «gordos» se cotizan

El rugby valenciano busca gente de peso

En el mundo del rugby la palabra «gordo» no es peyorativa. El jugador de peso, grande y fuerte, es la joya de la corona del equipo en un deporte de conquista. Años ha, en una sociedad con escasas opciones de ocio, el rugby era su último refugio. Los chavales que no eran elegidos los primeros en el patio por el dueño del balón para formar parte del equipo de fútbol, y eran destinados a jugar de porteros, encontraban en el deporte del balón oval todo un mundo de posibilidades por explorar. Se sentían queridos, apreciados, y cuidados con mimo por un grupo heterogéneo de 15 compañeros que formaban un bloque. Desde 1832, los «gordos» eran elegidos los primeros.

Sin embargo, en los últimos años, los «gordos» han ido desapareciendo de la escena del rugby. Tanto a nivel internacional, en que el mítico V Naciones nos dejaba para el recuerdo auténticas moles humanas de carne enterradas en el barro, como en el plano local, los jugadores de peso brillan por su ausencia. Hasta el punto de que los equipos buscan en la base a ese jugador grande, que como bien preciado escasea, para conformar un quince de garantías en el que su concurso es decisivo.

Se antoja a que dos son los factores principales por los que en el rugby ya no hay «gordos». Por una parte está la evolución de las reglas, que han ido proyectándose hacia un estilo mucho más dinámico y visual, en el que la televisión juega un papel importante. Exige que las fases estáticas no sean tan largas, que no haya tanto parón, y sobre todo que el balón se pueda ver en todo momento. Por la otra, el hecho de que los chavales dediquen su tiempo de ocio a otras cosas en lugar de hacer deporte. Los juegos virtuales se imponen.

La cuestión sobre la desaparición o la escasez de «gordos» ha sido puesta sobre la mesa de varios representantes de los clubes valencianos de la elite del rugby. Y esto es lo que opinan: «Hasta los 14 años sí que se notan diferencias físicas en los chavales, pero a partir de los 16 años, cambian las estructuras. Ya empiezan a muscular y hay un culto al cuerpo que no antes no había. También están las redes sociales, poner fotos.... Sí que es cierto que nos cuesta encontrar el jugador gordo, por llamarlo así», señala Toni Gimeno.

El director deportivo del CAU explica que «hoy en día los chavales se recluyen en los juegos de ordenador y no vienen al deporte. Delante del ordenador pueden simular otra vida y es cierto que no nos vienen. Salvo que haya un padre detrás apretando para hacer deporte».

Para César Sempere, internacional y olímpico en Río de Janeiro, del Tatami, el hecho de que cada vez se vean menos «gordos» en un campo de rugby responde a que «se busca un rugby más dinámico y atractivo. El pilier, además de la melé, debe participar en el juego abierto. Se busca más la continuidad. Ahora se busca el gordo que corra y que la pase». Sempere, en tono irónico, bromeaba sobre los cambios del rugby: «La lycra ha hecho mucho daño, ya no se ven esas pesadas camisetas de tela y todo el mundo quiere lucir unos abdominales definidos. Ahora se consigue el músculo a base de nutrición, gimnasio y suplementos», indica.

Alberto Socías, aquel espigado centro que estuvo con España en la histórica cita mundialista de Escocia y que en la actualidad dirige al Tecnidex tras su experiencia como seleccionador de seven, rompe una lanza a favor de los «gordos» y del juego de delantera. «La delantera es de vital importancia en el rugby XV. El jugador de primera línea es más fuerte que gordo», comenta, son fundamentales las fases estáticas como la melé. Si la tienes consolidada, hay mucho ganado. Si no cambian las reglas, se podría decir que es el factor diferencial. Antes que jugador de rugby, eres deportista. Debes cuidarte».

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