El Valencia Basket solventó su partido y el liderato del grupo en un choque en el que sufrió más de lo esperado ante un Olimpia contestón y que hasta el final tuvo opciones de sorprender a los «taronja». La velada fue perfecta porque además se dio la otra variable que necesitaban los valencianos para ser campeones de grupo y no era otra que la derrota del Hapoel Jerusalem en Rusia. De esta manera, el duelo de la próxima semana en la Fonteta ante el Lokomotiv Kuban será totalmente intranscendente. Una buena defensa en ciertos momentos del choque y acciones individuales protagonizadas principalmente por Oriola y Thomas desnivelaron la balanza en favor de los de Pedro Martínez, que además van a cerrar esta primera fase como invictos a domicilio. En cuanto a la enfermería, volvieron Dubljevic y Sastre. El balear tuvo una buena participación, mientras que el montenegrino estuvo más gris acusando que todavía está lejos de su mejor nivel tras haber estado fuera de las canchas algo más de un mes.

Buen primer y tercer cuarto

El partido arrancó como la seda para los de Pedro Martínez, que, con una gran aportación de Oriola y Thomas, arrollaron a los eslovenos con un marcador que aventuraba un dominio absoluto de los valencianos (9-22). El segundo cuarto, sin embargo, cambió radicalmente el rumbo del choque. El Valencia Basket perdió totalmente su luz anotadora, mientras que en defensa el pistón bajó de manera alarmante. El Olimpia aprovechó la circunstancia para ir reduciendo poco la diferencias en el marcador con jugadores con un rol secundario como Oliver o Milosevic.

El trabajo en el rebote ofensivo impidió que los eslovenos dieran la vuelta al marcador al descanso aunque sí minimizaron la renta de los «taronja» conseguida en el primer tramo del choque (37-39). El tercer período fue de nuevo bueno para los de Pedro Martínez, que, con un buen porcentaje desde el triple, volvieron a poner tierra de por medio (52-64). En el último llegó el sufrimiento. El jugador local Hrovat, con un porcentaje inmaculado en el tiro, se convirtió en la pesadilla «taronja» y una acción de Jankovic puso por primera a los locales con ventaja (72-71). La sangre fría de Diot recuperó a tiempo al Valencia Basket para ganar en una cancha que desde ayer ya no es maldita.