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Crossfit; ¿eres fuerte o solo lo aparentas?

El crossfit es una combinación de varios deportes que cada vez cuenta con más practicantes. Tiene cierta fama de ser muy agresivo para el cuerpo y de no ser apto para gente ya preparada físicamente, pero sus adeptos lo niegan

Crossfit; ¿eres fuerte o solo lo aparentas?

Una mujer salta a la cuerda, a su derecha, un hombre realiza flexiones sin parar, más atrás, dos levantan peso con una barra y al fondo otro lanza balones medicinales. Y todo ello con una gigantesca imagen al fondo de una escena de la película «300». Podría parecer que cada uno va a lo suyo, pero no, están todos en la misma clase de crossfit. Este novedoso deporte, creado en 1995 por el entrenador de policías estadounidense Greg Glassman, no para de ganar adeptos en todo el mundo. Llegó a España en 2010 y poco tiempo después a Valencia, donde cada vez existen más «box de crossfit», que es como se denomina oficialmente a las salas donde se practica, y que poco o nada tienen que ver con la imagen tradicional de un gimnasio.

Como indica Robert Dallakian, el creador de Crossfit Grau a inicios de 2014, y que fue el primero en la ciudad de Valencia: «Aquí no buscamos la estética. El chip ha cambiado. Cuando me dedicaba al fitness vendía estética y ahora viendo forma física». Él, que fue cuatro veces campeón de España de Fitness Atlético y Body-Building y que compitió en varias ocasiones en los Mundiales, quedando entre los diez primeros, sabe bien de lo que habla. Asegura que muchas personas, incluidos los culturistas, que «visualmente y estéticamente están muy bien, tanto chicas como chicos, pero luego no son capaces de subir cuatro escaleras o correr 100 metros». Con el crossfit, en cambio, al combinar modalidades tan diferentes como halterofilia, gimnasia deportiva y atletismo, se consiguen cualidades como coordinación, resistencia, precisión fuerza, flexibilidad y, trabajando todo ello, asegura Dallakian, «luego es imposible que te sobre grasa o te falte masa muscular».

Escuchándole, parece evidente que esta nueva forma de ponerse en forma mantiene una especie de guerra abierta con los gimnasios tradicionales, así como con otras modalidades como el culturismo.

El «aburrimiento» que causan los primeros y «la falsa sensación de estar en forma» de los segundos, son dos circunstancias que se pretenden atajar con el crossfit. Pero, ¿se consigue? Uno de los clientes de Dallakian, Pablo Planells, lo tiene claro: «Estaba en el mundo del fitness y es una monotonía que aburre. El crossfit, en cambio, es un deporte muy variado, dirigido y con monitores que realmente te enseñan a hacer bien los ejercicios. Aplicas la fuerza, la resistencia y son un montón de variables que te ayudan a mejorar». Uno de los monitores del Crossfit Grau, César González, lo resume en una pregunta «¿eres fuerte o solo lo pareces?».

Otra diferencia con los gimnasios tradicionales es que una sala de crossfit no existe el típico torno de entrada. Aquí la gente acude porque tiene clase a cierta hora y no se le da una tabla fría de ejercicios para que los haga por su cuenta, sino al llegar se encuentra en la pizarra con lo programado para ese día, que, por cierto, no lo sabía con antelación. «Cada día es una sorpresa y los clientes tienen que enfrentarse a cómo resolver o superar eso que les ponemos en la pizarra. Lo hace más emocionante y divertido» asegura Dallakian. Quien añade que aquí «te vas marcando objetivos, estás siempre con otros compañeros, te sientes como en casa, como en familia, las clases se personalizan a cada persona en cuanto a la intensidad, repeticiones, peso...»

Es habitual encontrarse con videos de crossfit y con imágenes de gente realmente muy preparada físicamente. Esto lleva a mucha gente a pensar que para iniciarse en este deporte ya hay que tener una buena condición física previa. No obstante, Dallakian, lo niega rotundamente: «Nadie está preparado para hacer crossfit, sino que nosotros preparamos para el crossfit». Y añade que en su trayectoria ha tenido todo tipo de clientes y que incluso ahora mismo cuenta con dos que tienen una discapacidad total, pero que han progresado mucho con las clases.

Otro mito es el peligro de lesiones que puede acarrear una práctica deportiva tan intensa y agresiva. Hay gente que habla de problemas para articulaciones y tendones, así como deterioros musculares por sobrecargas o incluso necrosis de las células del músculo. A este respecto, Dallakian es claro: «Todas las cosas que se hacen sin cabeza y sin ningún profesional detrás son lesivas. Los traumatólogos, por ejemplo, se están forrando con la moda de salir a correr». Él tiene un lema más «el crossfit no lesiona, te lesionas tú» a lo que añade que «si quieres algo bueno tienes que arriesgar». Con ello quiere decir que hay que seguir las instrucciones de los monitores y no creerse más de lo que uno puede o saber hacer. «Prefiero equivocarme marcándole a alguien menos peso o intensidad porque así esa persona estará en forma y no se habrá lesionado. Si le pongo más perderé un cliente y tendré a una persona lesionada», matiza para acabar con el que es su principal lema: «¿Quieres aparentar ser fuerte o estar fuerte? Cuando realmente seas fuerte aparentarás estar fuerte».

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