­La pilota valenciana y concretamente la modalidad del raspall se ha quedado un poco más huérfana, tras el fallecimiento de Diego Parra Mestre (Oliva, 1966), víctima de una neumonía severa en la tarde del pasado martes.

Diego, hermano de los también pilotaris Pepito y Carlos, y primo de otra saga tan "raspallera" como los Malonda, ha sido uno de los mejores jugadores de raspall de la historia, campeón individual del Trofeu President de la Generalitat de Raspall en 1988 y subcampeón en 1991. Fue en esa época cuando Diego triunfó. «Lo tenía todo, era completo y, para mí, el que más ha jugado de todos, aunque solo estuvieron pocos años en lo más alto, recordaba ayer Emilio Peris «El Zurdo».

Diego seguía ligado al raspall en la actualidad porque se dedicaba a enseñar a los más pequeños como entrenador de la Escola de Pilota de Oliva y, desde este curso mismo, se había hecho cargo de la Escola de Bellreguard, además de ser técnico del programa «Pilota a l'Escola». Recibió varios premios de la Federació de Pilota Valenciana por su trayectoria en 2014 y por sus éxitos como entrenador-monitor.

En el plano personal, Diego Parra Mestre era un tipo vital, agradecido, carismático y enamorado de su familia.

Ayer fue el día de su funeral y posterior entierro en su Oliva natal. Sus más íntimos acudieron por la mañana a visitar la capilla ardiente instalada en el tanatorio Consuelo Frasquet y, por la tarde, amigos, familiares, compañeros y alumnos acudieron a la iglesia de Santa Maria a darle el último adiós.

En el funeral no faltó casi nadie. Allí estaban el alcalde de Oliva, David González, el director general de Deportes de la Generalitat Valenciana, Josep Miquel Moya, o el presidente de la Federació de Pilota Valenciana, Daniel Sanjuán.

Pero también fueron a despedirle exjugadores y pilotaris en activo como Diego Malonda, Leandro, Baldu Sagasta, Loripi, Gorxa, Armando, Morera, Sanchis, Fredi, Pepe y Paco «Genovés», con el que mantenía una relación especial desde siempre.

A esta lista cabe añadir los Waldo, Escoto, Salelles, Soqueta, además de grandes aficionados como Juan José Sirera, Toni Martí o Vicent Malonda, o representantes de empresas patrocinadoras de la pilota como Vicent Alcaraz, de Savipecho.

Muchos de los presentes expresaban su sorpresa al haberse enterado del fallecimiento de Diego a primera hora de la mañana de ayer porque no sabían nada de su enfermedad y ni siquiera que estaba ingresado en el hospital desde hacía un par de semanas. Algunos, como Loripi y Waldo, se saludaban con un abrazo tras algún tiempo sin verse y lo hacían emocionados al pensar en Diego.

Mientras tanto, Fredi recordaba a las puertas de la iglesia cuando Diego y él mismo coincidieron en la promoción de la pilota valenciana que se realizó en Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992.

La primera gran señal de duelo de la pilota por la pérdida de Diego Parra Mestre se escenificará este sábado en el Trinquet de Bellreguard, donde la empresa El Zurdo está preparando algo especial.