Locos deben saber que el primer encuentro oficial de la selección española de fútbol se disputó en Bruselas, el 20 de agosto de 1920, con victoria ante la representación de Dinamarca por 1 a 0 y gol del vasco Patricio Arabolaza. Aquella fue la primera piedra de un edificio que llevaría a la conquista del Mundial en 2010. Setenta y dos años después, el 4 de septiembre de 1992, cerca de Bruselas, en la pequeña localidad de Horrues,una selección valenciana de pelotaris encabezada por Tonico de Murla, con Pigat, Sarasol II, José Maria, Oltra, Paquito, Colorado y Mingacho derrotó a una selección belga en un encuentro de carácter amistoso, el primero que se disputaba fuera del ámbito territorial de la pilota valenciana, impulsado por la Sociedad Pelotari de Godelleta y patrocinado por el mecenas José Luis López.

Un acontecimiento que fue, por encima de todo, un encuentro entre dos juegos de pelota que, según cuenta la propia historia belga, tuvo sus antecedentes en un torneo celebrado en Tournai, en 1813, y en el que pelotaris españoles, prisioneros de guerra en un cuartel, fueron invitados a participar en un gran premio. Las crónicas dicen que encandilaron a los locales, «por la agilidad de sus movimientos y la forma de golpear». Tanto que se llevaron como recompensa varias pelotas de plata que ofrendaron a Nuestra Señora de Compostela. O el cronista se confundió de virgen al escribir o los pelotaris eran gallegos.

Las palabras de Tonico

Los dirigentes federativos belgas habían recibido en aquel septiembre de 1992 a los expedicionarios con todos los honores en el ayuntamiento de Mons, una ciudad que guarda un «recuerdo especial» al Duque de Alba. Los valencianos habían presenciado, en su plaza principal, la final de la Supercopa belga ante varios miles de espectadores. Tonico había dicho: «Juguen bé pero no son superhomes». Pelotearon en la misma plaza tras aquella final y ya dejaron impresionados a los aficionados. Y efectivamente, un día después vencían en Horrues. «És un amistós però no és lo mateix tornar a Espanya després de guanyar que de perdre».

Un año después, se cumplían las proféticas palabras de Pigat : «Podrem fer campionats d´Europa i del món?». En la plaza del Ayuntamiento de Valencia, en directo, por TVV, la selección valenciana con Tonico, Genovés, los hermanos Sarasol,Grau, Pigat y Florencio de Altea derrotaban a la mejor selección belga por un «quinze» en la final del que se bautizó como Torneo Cinco Naciones, la primera cita oficial de la CIJB de selecciones nacionales.

No hubo que esperar, como la selección de fútbol, 72 años para ganar un Mundial. En 1996, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, la selección valenciana que dirigía Vicent Alcina derrotaba a Holanda en la final del primer mundial de Llargues.