El ciclismo valenciano tiene motivos para estar satisfecho. La irrupción del jovencito Felipe Orts (La Vila Joiosa), subcampeón del mundo sub-23 de ciclocross el pasado domingo en Luxemburgo, ha servido estos días para iluminar un deporte que vive habitualmente en la oscuridad. Y para anunciar que hay gente de la Comunitat entre la mejor del mundo en esta entretenida variante del ciclismo de carretera. El valenciano ha dado la campanada, teniendo en cuenta que el ciclocross está dominado por belgas y holandeses, con algún protagonismo puntual de los ingleses. Orts es, además, el único campeón de España absoluto que pertenece a la categoría de sub-23. Un prodigio de la bicicleta que apunta a colgarse, algún día, el oro. De momento, tiene la plata colgada en el cuello.

«Me salió un día redondo. Llegaba en forma, después de haber ganado el campeonato de España, y después supe administrar perfectamente las fuerzas para ir remontando posiciones», explica Orts, que dejó para la posteridad una imagen al cruzar la meta: entró haciendo un caballito con el cuerpo cubierto de barro. «Me gusta el barro líquido. Soy más rápido que sobre el terreno duro», dice. «Entreno en un circuito cerrado en la Vila, pero salgo mucho al norte, que es donde las condiciones del terreno son más duras», añade.

A falta de que las televisiones apuesten definitivamente por retransmitir las pruebas, el ciclocross es un deporte repleto de alicientes para el espectador. Palabra del subcampeón del mundo. «Se trata de dar vueltas a un circuito durante una hora y ahí pasa de todo. Es dinámico, hay remontadas, mucha estrategia. Es un deporte muy vistoso lo mires por donde lo mires», explica Orts, que a los 7 años ya competía en carretera. A los 10 se pasó a la bicicleta de montaña y se erigió pronto en un excelente ciclista sobre terrenos accidentados.

Dos pruebas definen el ranking del ciclocross en el mundo. La Copa del Mundo y el Mundial. En el primero, el valenciano quedó en undécima posición después de las 6 pruebas disputadas. «No tuve suerte. He tenido problemas de mecánica y varias caídas», apunta. Todo quedó compensado con la plata del domingo en la competición reina. «Fui de menos a más, y eso que soy un ciclista explosivo», asegura.