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Entrevista

Isabel García: "Al principio me sentía la reina madre porque venían sumisos a pedirme una subvención"

La máxima responsable de Igualdad y de Deportes optó por cambiar la política de ayudas del ente provincial para que «sean los técnicos quienes decidan los baremos por cuestiones técnicas, y no los políticos»

Isabel García: "Al principio me sentía la reina madre porque venían sumisos a pedirme una subvención"

¿Cómo se puede combatir el machismo en el deporte?

Por parte de las instituciones, favoreciendo el deporte femenino a través de las subvenciones a los clubes que lo fomentan; desde la Universidad, poniendo en marcha programas que permitan conciliar los estudios con el deporte y también abriendo las estructuras del deporte a las mujeres. Siempre pongo el ejemplo de que cuando un hombre deja el mundo profesional, suele seguir vinculado al deporte de diversas maneras. Pero para la mujer en las mismas circunstancias está más constreñido. La prensa también tiene un papel muy importante en la divulgación del deporte femenino.

¿En qué ha cambiado la política deportiva de la Diputación de Valencia?

Hemos aportado objetividad a la hora de conceder subvenciones. Antes, las ayudas a clubes y deportistas de élite y eventos extraordinarios se concedían sin ningún criterio objetivo por el diputado. Cuando se le presentaba un proyecto, éste decidía si lo apoyaba o no por un criterio político. Ahora cualquier club, deportista o evento considerado de élite se presenta a las convocatorias, que este año saldrán a finales de marzo, se barema y en función de si una prueba es nacional o internacional, si el deportista compite en unos Juegos Olímpicos,etc, se le da una cantidad.

¿Antes había un apoyo exagerado al deporte de élite?

Sí, se olvidaba el deporte de base. El deporte de élite hay que seguir apoyándolo y lo hacemos a través de las convocatorias de subvenciones, pero antes todo se iba para los grandes eventos. Valencia tiene una gran capacidad de organización de eventos deportivos, pero hacía falta repartir mejor el dinero.

¿Que presupuesto tiene?

Sobre tres millones y medio, pero están muy bien repartidos. Si después de otorgar las subvenciones sobran 10.000 euros, volvemos a repartirlos de forma equitativa.

¿Manejar tanto dinero es una tentación para imponer el clientelismo?

En mi caso no, aquí hay transparencia. En los primeros días en el área de Deportes tenía una sensación muy desagradable porque entraba la gente a mi despacho y me sentía la reina madre. La gente venía muy sumisa, con cierto temor a ver qué decían o qué no decían para no perder una subvención. Me di cuenta de que las cosas debían cambiar, solo faltaba que me besaran la mano.

Y decidió cambiar la política de subvenciones...

Después de unas cuantas visitas que recibí, optamos por cambiar el sistema porque no puede ser que yo decida el dinero que recibe la gente. Planteé en Presidencia recuperar el dinero que estaba en Imelsa y crear el sistema de convocatorias. Ahora la gente viene, me plantea un proyecto, lo veo y si es interesante les invito a participar en la convocatoria. Y nos lo agradecen porque pierden esa sumisión y ven que ahora son los técnicos los que deciden los baremos.

Es muy importante dar visibilidad al deporte femenino.

Claro, porque lo que no se ve no existe. Y fíjese que los mayores logros en el deporte han sido obra de mujeres y se destaca el deporte masculino. Cuando más se visibilicen los éxitos de las mujeres, saldrán mas patrocinadores.

La sociedad también tiene algo que decir, ¿no?

El machismo en el deporte es un reflejo de una sociedad patriarcal en la que el lado masculino domina al femenino. Hacen falta políticas transversales y en mi área de la diputación hemos puesto en marcha un plan de igualdad que pretendemos trasladar al resto de la institución.

La homofobia en el deporte también es difícil de erradicar.

Hay que insistir más en campañas en las que se impliquen las federaciones. Se debe penalizar a los equipos en los que se producen este tipo de situaciones. La diputación llega hasta donde puede llegar con sus medios, aún así se consiguen logros. El nuevo equipo de gobierno ha conseguido que cada vez se visibilice más el deporte femenino, ayudamos a clubes femeninos, cada vez los equipos a los que apoyamos tienen más éxitos... Vamos a realizar campañas contra la homofobia coincidiendo con el Día del Orgullo que se celebrará el próximo mes de junio.

¿La provincia tiene suficientes infraestructuras deportivas?

En el mundo del deporte queda mucho por hacer y en el tema de las instalaciones, también. El deporte para los ayuntamientos es el patito feo, primero invierten en otras cosas. Cuando llegué al cargo, tenía la ilusión de completar el mapa de instalaciones deportivas para que todos los pueblos tuvieran campo de fútbol, cancha de baloncesto, etcétera. El Fondo de Cooperación entre la Generalitat y la diputación lo ha cambiado todo, y ahora llega el dinero a los ayuntamientos, que ahora son los que deciden dónde invierten el dinero. Y me gustaría que los consistorios que reciben ese Fondo siguieran pensando en el mundo del deporte y completaran las instalaciones que han quedado sin terminar.

¿El resultado de incluir azafatos en la Volta Ciclista a la Comunitat Valenciana fue el deseado?

Fue una iniciativa de la Diputación de Valencia y salió genial. El año pasado sugerimos a la organización que se hiciese este cambio para favorecer la igualdad de género y acabar con esa imagen de mujer florero en el mundo del deporte y estoy satisfecha por la respuesta de los organizadores y de la ciudadanía. Se ha puesto en valor el trabajo de las azafatas, que no solo es entregar trofeos, y hemos abierto también un nuevo mercado de trabajo para los chicos.

También se puede argumentar que ahora también hay hombres florero dadas las características físicas de los azafatos marcando músculos. ¿Eso también es sexismo?

Iban con ropa cómoda y como hoy en día muchos chicos van al gimnasio están muy fuertes. Eran guapos, sí, pero como primer paso está bien.

¿De verdad está contenta?

Yo hablé con los dos chicos que hicieron de azafatos y estaban muy cómodos y las chicas también. Pero queremos ir más lejos y que sean los alumnos y alumnas de las escuelas deportivas los que entreguen los premios o que lo hagan deportistas vinculados con ese deporte.

¿Usted llegaría tan lejos de suprimir las azafatas como pasó en Australia o en la Volta a Mallorca?

Las cosas hay que hacerlas también a través del consenso y no desde la imposición, y en el caso de la Volta Ciclista a la Comunitat Valenciana lo vieron claro desde el principio. Lo que han hecho otros no lo juzgo.

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