Triunfo expeditivo y sin concesiones. Así despachó ayer el Valencia Basket al Tecnyconta Zaragoza, en su retorno a la Liga Endesa y en puertas de disputar la Copa del Rey de Vitoria. El conjunto de Pedro Martínez derrotó sin paliativos al equipo maño, que apenas pudo sostenerse en el choque durante los primeros diez minuto. Poco a poco, los aragoneses fueron cediendo ante el empuje y la intensidad del conjunto valenciano, que, pese a tener asegurado el triunfo, siempre quiso más.

La victoria de ayer ante los de Andreu Casadevall confirma que el Valencia Basket se encuentra en un momento dulce de juego y de resultados, con once victorias de los últimos doce partidos disputados. Por si estos números no fueran elocuentes, los cien puntos conseguidos ante los zaragozanos igualan la mejor marca de anotación de esta campaña, y que ya fue lograda ante el Manresa, donde incluso la ventaja fue más amplia. El Valencia Basket volvió a ponerse el mono de faena y se bregó el triunfo trabajando duro desde la defensa y eso que el choque arrancó igualado. El Tecnyconta Zaragoza se mostró como un equipo descarado y con un acierto prácticamente perfecto desde el perímetro que le permitió estar en el partido hasta el tramo final del primer cuarto (21-21).

A partir de ahí, la dirección de Van Rossom, la firmeza interior con Dubljevic y Sikma, y el letal acierto exterior en momentos muy puntuales de prácticamente todo el equipo, cambiaron la inercia y el desenlace del partido, que se rompió al inicio del tercer cuarto tras una anotación compulsiva de los de Pedro Martínez, que apenas encontraban respuesta en los aragoneses (63-48).

Con el choque ya decidido, el Valencia Basket no se relajó. Todo lo contrario. Pensando en compromisos futuros y con la Copa en el horizonte, el equipo «taronja» hizo disfrutar a la Fonteta con canastas y acciones de todos los colores ante un Tecnyconta Zaragoza superado. El triple de San Emeterio fue el último regalo del equipo a su afición.